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Juan Calderón
Domingo, 30 de enero 2022, 12:15
El Unicaja cierra este mediodía en Bilbao (12.30 horas) la primera vuelta de la Liga Endesa en un duelo doblemente aplazado por los contagios por coronavirus de los dos equipos. La lógica diría que el equipo malagueño estaría a estas alturas posicionándose lo mejor ... posible para la Copa y pensando ya también el 'play-off', pero nada es lógico esta temporada en el club cajista. De hecho, de lo que pase en el encuentro de Miribilla depende en gran media su futuro inmediato y quién sabe si a medio plazo, porque una derrota ante el conjunto vasco podría relegarle a la lucha por la permanencia en la Liga Endesa. Es tan duro como real si se alza la vista y se repasa el calendario. Además, la suerte de Fotis Katsikaris al frente del equipo está ligada al resultado de hoy.
La situación del Unicaja es crítica, posiblemente el momento más complejo a nivel deportivo que se recuerda en las últimas décadas. La situación del club la temporada pasada, los errores del verano, el pobre rendimiento de muchos jugadores y la falta de ideas de su entrenador en los últimos meses colocan al equipo al borde del abismo. Los acontecimientos de los últimos días, con la lesión de Michael Eric, el no fichaje de Devin Williams y la derrota en la Champions han terminado de dar la puntilla al proyecto.
Se ha fichado a Kravic y en camino está un nuevo refuerzo exterior que ocupará el puesto de Norris Cole, pero la reacción desde las oficinas ha llegado tarde. Al ser un partido aplazado de otra jornada que Kravic ya jugó con el Burgos, el pívot no podrá ser participar, aunque viajó con sus compañeros. Así que Guerrero y Nzosa tendrá que asumir el peso del juego interior. El primero estaba fuera del equipo hace una semana y, el segundo, es una sombra del jugador brillante que ilusionaba a todos la campaña pasada.
Se la juega el Unicaja con muchos jugadores en el foco. La mayoría de la plantilla está por debajo del rango salarial que tiene. Una decepción total. Sólo los regresos de Tim Abromaitis y Alberto Díaz dan algo de optimismo cara al encuentro ante un rival en gran momento, que acumula cuatro victorias seguidas y que no pierde en su cancha desde finales de octubre.
El Bilbao ha pasado de ser penúltimo a estar ya por encima del Unicaja. La incorporación de Damien Inglés, un todoterreno, ha dado consistencia al equipo, especialmente en el rebote. El francés es un complemento perfecto para una pareja de pívots en forma, como la que forman Ángel Delgado y Jeff Whitey. La mejoría es general, con más rebotes y asistencias en su progresiva mejoría y con una línea exterior formada por Valentin Bigote, Andrew Goudelock, Rafa Luz y Lude Hakanson rindiendo a un gran nivel. Esta dinámica tan positiva es todo un contraste con la del Unicaja, al que ya sólo le vale ganar hoy para evitar males mayores.
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