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El Unicaja va cumpliendo con los plazos previstos. Tras un periodo de adaptación y aclimatación de las numerosas incorporaciones, el equipo malagueño va ganando en solidez y consistencia. Acumula cuatro victorias seguidas después de superar anoche al Joventut (77-65) en un encuentro que resolvió con un último cuarto que resume las características de lo que va a ser su juego esta temporada: gran defensa, dominio del rebote y un ataque que por momentos puede ser explosivo si hay equilibrio entre el juego exterior y el interior.
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Una serie de cuatro triples seguidos en los primeros compases del acto final rompió un encuentro muy igualado y en el que el Unicaja nunca estuvo cómodo. El Joventut llegaba limitado por las lesiones, pero jugó un buen baloncesto y tuvo sus opciones. Sin embargo, el físico del Unicaja, con un quinteto final más reconocible, acabó por hacerle hincar la rodilla.
Los cuatro triunfos seguidos fortalecen la identidad de un grupo que va ganando en confianza y que el martes tendrá una prueba más exigente con la visita del Galatasaray (20.45 horas).
La amenaza de Prepelic en el perímetro visitante se dejó sentir desde el comienzo del partido. El esloveno firmó una serie inmaculada con tres triples en dos minutos que desmontaron el entramado defensivo del Unicaja (4-11). Como ni Adams ni Jaime Fernández lograron contenerlo, Casimiro puso sobre el tirador visitante a Ejim, un especialista defensivo que físicamente triplica a Prepelic, para secarlo. Desapareció el jugador cedido por el Real Madrid al equipo de Badalona y a partir de ahí, el Unicaja estuvo más tranquilo. Adams replicó el acierto exterior de Prepelic y el cuarto triple del Unicaja, esta vez de Fernández, lo puso por delante (19-16). El equipo malagueño tapó la vía de Prepelic y rápidamente tuvo que atender otra fuga, la de Dimitrijevic. El velocísimo y joven macedonio retrató a los bases del Unicaja con sus penetraciones (23-24).
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El Unicaja entró en una situación compleja cuando el quinteto rival condiciona sus movimientos. Con equipos más defensivos, el juego del cuadro malagueño perdió frescura y lucidez. Estuvo tres minutos sin anotar en el arranque del segundo cuarto, tiempo en el que Omic le generó muchos problemas. El esloveno acaparaba la atención de la defensa malagueña, con hasta tres hombres sobre él, lo que le permitió generar ventajas para sus compañeros (23-30). Casimiro puso a Guerrero sobre él y al menos el peligro no fue tan grande. Al Unicaja le salvó la falta de acierto de su rival, con 1 triple de 11 intentos en el segundo acto. Esta vez ni el regreso de Adams y Fernández, ambos negados, logró arreglar el desbarajuste palpable que era el ataque malagueño, que sólo fue capaz de anotar nueve puntos en el segundo cuarto (32-36). El Unicaja acudió a Deon Thompson para resolver su atasco en ataque nada más empezar la segunda parte. Es una solución conocida. Lo hizo ante el Baskonia, también esta semana en Polonia y lo volverá a hacer muchas veces porque es efectiva. El estadounidense empató el partido, en el que el Unicaja empezaba a mandar con sus interiores de forma clara. Thompson, Ejim (porque aunque jugase de alero, siempre buscaba la pintura, y luego Gerun, le permitieron ir siempre por delante en el marcador.
Sin embargo, la renta nunca fue grande porque Prepelic volvía a dejarse ver en ataque y porque el equipo malagueño no anotó un solo triple en el tercer cuarto (tampoco en el segundo) (53-53, minuto 30). Ese aspecto diferencial que suponen los triples fue lo que cambió la tendencia de un choque muy igualado. El Unicaja al fin abrió la lata desde la línea de 6,75. Acertaron Waczynski (3) y Díaz y el choque dio un vuelco (65-53). El Carpena se venía abajo, en parte también porque la defensa de los hombres de Casimiro era formidable y eso en Málaga se valora tanto como una buena canasta. El juego del cuadro malagueño fue más pausado, también con menos cambios; parecía que todo el mundo sabía mejor lo que tenía que hacer...
El partido se rompió por completo. Lo partió por la mitad Adams con un triple a falta de dos minutos y medio al límite de la posesión, de esos que hacen daño y que terminó por hundir a un combativo Joventut. Redondeaba así el estadounidense un último cuarto sublime de su equipo.
Unicaja
Fernández (10), Thompson (6), Gerun (7), Adams (21), Ejim (13) -cinco inicial-, Suárez (3), Díaz (3), Guerrero (1), Waczynski (11), Avramovic (0), Toupane (0) y Elegar (2).
77
-
65
Joventut Badalona
Zisis (4), Harangody (7), Omic (10), Busquets (0), Prepelic (20) -cinco inicial- , Ventura (0), Dimitrijevic (11), López Aróstegui (0), Parra (6), Morgan (7) y Kanter (0).
parciales. 23-24, 9-12, 21-17 y 24-12.
árbitros. Pérez Pizarro, Torres y Alcaraz.
incidencias. Partido disputado en el pabellón José María Martín Carpena ante 7.150 espectadores. En los prolegómenos del partido se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Javier García, exjugador del Caja Ronda.
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