El Unicaja logra un valioso triunfo en Andorra

Al Unicaja le costó mucho entrar en el partido y se vio superado por el mayor ritmo del conjunto local. Al Andorra le entraban los triples y Massenat y Senglin partían la defensa cajista con mucha facilidad. A los siete minutos el Unicaja perdía 14-7 después de desperdiciar varios contragolpes y fallar canastas claras. El Andorra no estaba jugando excesivamente bien, pero como la producción anotadora del equipo de Casimiro era tan pobre, cerró el primer cuarto doblándolo en el marcador 22-11. El Unicaja acusaba su 0-5 en triples, sus excesivas pérdidas y la ausencia casi total de juego colectivo.

El choque se parecía peligrosamente al que los dos equipos jugaron hace no mucho en la Liga ACB y en el que el Andorra arrolló a un triste Unicaja. Sin embargo, el conjunto malagueño mostró una actitud totalmente distinta en el segundo cuarto. La defensa era más activa y todas acciones tenían un punto más de velocidad. Jaime Fernández tuvo mucho que ver en la mejoría. Anotó el primer triple de su equipo en el partido, dio un par de asistencias y sus compañeros se contagiaron. Aparecieron dos piezas claves en el juego del Unicaja, como son Thompson y Adams, este un tanto perdido en los últimos partidos. El base firmó cinco puntos seguidos para apretar el choque (31-30, min. 17). El Unicaja no lograba dominar en el marcador, pero su defensa creaba ya muchas complicaciones a su rival, cuya producción ofensiva se ralentizó. Al descanso se llegó con 40-37 y la sensación de que con un poco más, el equipo malagueño podía ganar el partido, quizá mejorando el pobre 2/10 en triples con el que cerró la primera parte.

Los triples siguieron sin entrar, pero lo que no cambió fue la racha de Josh Adams, que fue el gran agitador del partido con sus puntos. El Unicaja se esforzaba en defensa, pero sin llegar al nivel de intensidad necesario como para cerrar completamente su aro y ponerse por delante. No lo consiguió incluso con un parcial de 5-12 que le llevó a empatar a 56. Fue antes de una sucesión de errores de los árbitros de los que el equipo malagueño no salió bien parado. Se repetía la historia del segundo cuarto. El Unicaja apretaba y jugaba bien, pero no lograba ponerse por delante. Hannah, al que no hubo de frenar, tuvo mucha culpa de ello (70-66, min.30).

La remontada se confirmó de la mano de Brizuela. El vasco no había aparecido en el partido y lo hizo como un elefante en una cacharrería. Once puntos seguidos pusieron al Unicaja por delante por primera vez. Entraba los triples y la defensa zonal ordenada por Casimiro se le atragantaba al equipo local. Exprimiendo sus limitados recursos por las bajas, con Thompson de cinco, con Suárez defendiendo a Musli, jugando con tres 'pequeños', el equipo cajista tomó el mando del partido. A dos minutos ganaba 81-86. Luego llegó el carrusel de tiros libres y faltas por parte de los dos equipos para pelear por cada punto. El 'average' en este grupo será determinante, pero lo importante de momento es que el Unicaja supo cerrar con acierto el partido y ganar a domicilio en una cancha muy complicada.