Alberto Díaz es uno de esos jugadores que aunque transmiten calma siempre lo hacen con una sonrisa en la cara, pero la de ayer era especial. Inesperadamente, el base malagueño volvió a recibir la llamada del seleccionador nacional, Sergio Scariolo, y esta vez la decisión ... es definitiva. Pocas horas después de conocerse la lesión del mítico Sergio Llull por molestias musculares en el aductor y, por tanto, su retirada de la concentración y su baja en el equipo nacional, la Federación Española anunció que sería el jugador cajista el que cogería su testigo.
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Y dicho y hecho. Este lunes por la mañana, Alberto Díaz llegó a Madrid y se reincorporó al conjunto del que fue descartado hace menos de un mes. Pero no guardó rencor el malagueño, más bien todo lo contrario. «Me hace muchísima ilusión, te lo pone todo patas arriba porque no te lo esperabas. Desgraciadamente, ha habido alguna lesión que a ninguno le gusta tener ni que ningún compañero pase por eso, pero al final me llamó (el seleccionador). Evidentemente yo estoy encantado de estar aquí con mi selección, con mis compañeros, y el cuerpo técnico y la alegría de volver con este grupo es inmensa», comentó el base una vez concluído su primer entreno con el grupo.
Un ilusionante regreso con un equipo con el que ya ha compartido vestuario en una docena de ocasiones y con el que ha empastado bien desde el primer día. Así lo asegura: «Ha ido muy bien, como si no me hubiese ido. Los compañeros me han acogido de la misma manera, muy contentos, con los brazos abiertos. Es un placer estar aquí de nuevo con ellos compartiendo pista y vestuario». Si todo marcha según lo previsto además, vivirá una experiencia única con un compañero de equipo. A falta de que Scariolo dé su lista definitiva cara al Eurobasket de Georgia, que arrancará este mismo jueves ante Bulgaria (quedan dos descartes), serán dos los jugadores del Unicaja que defiendan la elástica nacional: Alberto Díaz y el escolta vasco Darío Brizuela.
El malagueño es humilde, siempre lo ha sido. Sabe que llega en unas condiciones diferentes al resto y que no fue la primera opción del seleccionador, pero también ha vivido parte del proceso de preparación de este campeonato de Europa y sabe que está listo para afrontar un reto así. «Ya nos conocemos, simplemente quiero aportar mi granito de arena, apoyar tanto dentro como fuera del equipo y darlo todo», valoró. Así lo ha querido el destino. A partir de hoy –cuando el combinado nacional se traslade a Georgia– el base cajista será el encargado de poner el sello malagueño en otro ilusionante Eurobasket.
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