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Ibon Navarro da instrucciones durante su primer entrenamiento en el Palacio de los Deportes. UNICAJA B. FOTOPRESS
La «democracia dirigida», el método de Ibon Navarro

La «democracia dirigida», el método de Ibon Navarro

El nuevo entrenador del Unicaja ha trabajado con técnicos de todo tipo hasta moldear su propio estilo

Viernes, 11 de febrero 2022, 00:05

La complicada situación que vive el Unicaja hace que muchos aficionados abogasen por la llegada de un entrenador de perfil duro para redirigir a una plantilla que está ofreciendo un rendimiento muy por debajo del esperado. Sin embargo, los responsables del club descartaron esa opción precisamente por la falta de dureza mental del equipo. La elección de Ibon Navarro representa un término medio, pues el técnico vitoriano se formó durante su etapa como asistente con entrenadores de todo tipo y fue cogiendo lo más adecuado de cada uno.

Navarro reflexionaba hace poco sobre su estilo para gestionar grupos y lo definía como una «democracia dirigida». Esa parte dialogante es lo que se destaca de su forma de trabajar, lo que le permite ganarse la confianza de los jugadores.

«Pensamos y analizamos los tres entrenadores y buscamos una manera de dirigir que sea efectiva y que sea cómoda para el equipo. Me gusta hablar con los jugadores, saber lo que piensan. Hay cosas no negociables que quedan claras desde un inicio, y otras que se pueden hablar. Es importante captar lo que te dicen tus jugadores, algunos te lo verbalizan, otros lo expresan con la cara, depende, pero ellos son los importantes, son los que juegan», comentaba en un análisis sobre la gestión de grupos en el Andorra.

Admite que en la pista grita. Le sale el carácter, pero no se considera un «sargento». «Al final lo importante es ser tú mismo. Si eres abierto, no quieras ser un dictador, y si eres una persona cerrada y estricta, pues así has de actuar. Si cambias tu manera de ser al final te vas a traicionar a ti mismo, hay que ser natural y coherente», decía el ya técnico del Unicaja. Navarro ha trabajado con perfiles de entrenadores duros como Dusko Ivanovic o Velimir Perasovic, y con otros más llevaderos como Neven Spahija. También fue asistente de Sergio Scariolo, que destaca por ser metódico y sacarle 26 horas de trabajo a un día. «Lo controlaba todo. Tenía un equipo de tres personas generando información y lo absorbía todo. No dábamos abasto y ampliamos el equipo. Seguimos sin dar abasto y generando aún más cosas. Y él, las aprovechaba todas. No es fácil tener esa capacidad», decía del ahora entrenador del Virtus Bolonia y de la selección española, con el que trabajó una temporada en el Baskonia.

«Al final lo importante es ser tú mismo. Si eres abierto no quieras ser un dictador, y si eres cerrado y estricto, así has de actuar»

Navarro llega a un vestuario que atraviesa por un gran bache moral y en el que tendrá que cambiar la dinámica e incluso puede que la forma de actuar de varios jugadores para que piensen en el colectivo por encima de sí mismos. La pregunta es cómo lo hará y de si lo conseguirá a tiempo para que la situación no vaya a peor. Para este tipo de situaciones, Navarro explicaba que hay herramientas que son muy útiles. «La clave es argumentar y, hoy en día, el Big Data nos aporta mucha información para tomar decisiones y argumentarlas. Nos permite saber la influencia de un jugador. Le puedo demostrar que mete muchos puntos, por ejemplo, pero que al mismo tiempo el equipo pierde y juega peor. Con ese argumento contrastado le puedo pedir que cambie su juego, y si lo hace, le podré demostrar también cómo su cambio ha beneficiado al equipo. No es fácil, hay que dar a unos, quitar a otros y compensar para que el éxito colectivo les sume a todos individualmente», reflexionaba Navarro.

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