Las decisiones arbitrales que indignan al Unicaja tras el choque contra el Madrid

Fue la acción que colmó la paciencia del Unicaja porque se produjo justo al final. Con 81-83 en el marcador, el estadounidense penetró para lograr el empate. Campazzo trató de frenarlo y le lanzó varios manotazos al cuerpo que habrían valido para señalar ya la falta. Carter frenó en seco y en ese momento, el argentino le soltó otro manotazo que se enganchó de la camiseta del jugador del Unicaja desestabilizándolo. La acción se produjo delante de uno de los colegiados y no se señaló nada. Carter perdió el balón y Deck corrió el contragolpe para anotar y sentenciar el partido.

Es un detalle más de los errores acumulados en contra del Unicaja. En una acción de ataque del equipo malagueño y en plena remontada (52-50), Kravish se lanzó para intentar salvar el balón en un fuera de fondo. La pelota fue a manos de Yabusele, que estaba claramente pisando fuera. El francés saltó e hizo como si estuviera dentro de los márgenes y le pasó el balón a Tavares. Todo sucedió delante de Ibon Navarro, que se desgañitaba reclamando, sin éxito, la infracción del jugador del Madrid. De ser balón para el Unicaja, la jugada acabó en falta de Osetkowski y dos tiros libres convertidos por Musa...

El Unicaja reclamó una segunda antideportiva a Facundo Campazzo que habría supuesto su descalificación. El argentino fue sancionado con una antideportiva al cortar un contragolpe de Kameron Taylor. A 2:41 para el descanso, Campazzo se jugó la expulsión por en otra acción. El base del Madrid penetró a canasta y, con su brazo izquierdo, impactó en la garganta de Kalinoski. Los árbitros, a petición del Unicaja, revisaron la acción y entendieron que el golpe no fue en la zona del rostro y optaron por no señalar la falta, a pesar de que el argentino sacó su mano izquierda para impedir la defensa del jugador del Unicaja, que se dolía en la garganta... Aplicando el criterio actual habría sido antideportiva y, por lo tanto, al ser la segunda habría implicado la marcha de Campazzo a los vestuarios.

Es algo que puede suceder, pero resulta complicado. Que en un partido de la tensión y la dureza del disputado en el Carpena, Poirier y Tavares, los dos pívots del Madrid, no cometiesen ninguna falta personal es realmente difícil; al menos así lo consideraron los árbitros. En el caso del francés, sólo se quedó en cero faltas en el encuentro ante el colista, el Palencia, mientras que Tavares lo hizo contra el Zaragoza y el Baskonia. Al final del partido, el trío arbitral señaló 21 faltas al Unicaja y 12 al Real Madrid...

Fue una de las jugadas extrañas del partido entre los errores arbitrales. Musa golpeó a Taylor en la cara al apartarlo en una penetración a canasta. Los árbitros dieron continuidad al juego y, cuando se detuvo, minutos después, Ibon Navarro la reclamó. Tras la interminable revisión, porque hubo varias, los colegiados reconocieron su error y sancionaron con antideportiva al jugador del Madrid. Este ya se encontraba en el banquillo y su primera reacción fue tocarle las palmas a los árbitros en señal de burla. Cuando se dio cuenta de que las cámaras lo habían captado o de que los árbitros lo habían visto y se arriesgaba a una técnica que habría supuesto la descalificación, se levantó y reconoció su error a los colegiados...

El banquillo del Madrid fue apercibido de técnica al poco de comenzar el encuentro. Después del aviso, los árbitros ya no tienen que volver a advertir y sancionan directamente. Eso fue al comienzo del choque y, pese a las protestas de los jugadores del conjunto blanco, en muchas fases de pie, esa sanción no llegó. Además, uno de sus jugadores se encaró con los aficionados que se encontraban en un palco cercano... Fueron precisamente estas continuadas protestas las que indignaron al presidente del Unicaja.