La ACB decide este lunes en Asamblea si se acaba la Liga en Las Palmas y con qué formato

Salvar el contrato con Movistar (en torno a ocho millones de euros anuales por patrocinio y en torno a siete en derechos de televisión) es otra de las claves. Casi la mitad de los clubes no deseaba seguir la temporada (algunos habían liberado a varios jugadores foráneos para que regresaran a sus respectivos países) y pretendía que acabara sin ascensos, descensos y hasta sin campeón, pero todo apunta a que se continuará en Las Palmas de Gran Canaria con un formato de 'play-off'.

Inicialmente llegaron propuestas del WiZink Center de Madrid y de las dos principales islas canarias, con el empuje de las asociaciones hoteleras y de los gobiernos locales. Parece haberse llevado la palma el consejero de Deporte del Cabildo, Francisco Castellano, que ofrece a los equipos concentrarse en Las Palmas, ciudad con bajos niveles de incidencia de la pandemia. Existe la posibilidad de jugar en el Gran Canaria Arena, que ha acogido las Copas del Rey de 2015 y 2018, y también en el Centro Insular de Deportes o incluso en el pabellón de San Bartolomé de Tirajana.

El formato de competición es uno de los grandes dilemas, aunque lo que es seguro es que sería a puerta cerrada y con los equipos concentrados y atendiendo a los protocolos sanitarios. En los últimos días cobra fuerza que sea una especie de torneo con los 12 primeros clasificados repartidos en dos grupos. En cada uno de ellos habría seis equipos y la final la disputarían el primero de cada grupo en una serie al mejor de cinco partidos.

Otra opción es un 'play-off' con dieciséis equipos con series al mejor de tres encuentros, del que quedarían fuera sólo los dos que ocupan puestos de descenso (el Montakrit Fuenlabrada y el Movistar Estudiantes), que no bajarían. En la medida en que el Unicaja es noveno, su rival podría ser el Baskonia. Tampoco se descarta un 'play-off' más convencional de ocho, que sería la peor hipótesis para el cuadro malagueño, que se quedaría apeado de la competición.

En la Asamblea son muchos más los asuntos a tratar. La asignación de las plazas europeas parece un tema menor en estos momentos, dado que en la Euroliga Real Madrid, Barcelona y Baskonia tienen sitio fijo y que la opción del Valencia o del Unicaja de estar en este torneo se dilucidará en la propia competición europea (si se celebrara). Otra cuestión complicada es el asunto de los contratos de los jugadores, de cuándo acaban y de cuándo se puede fichar, en el caso de que la competición se alargue más de lo previsto en fechas. Además, los Juegos de Tokio, en el verano de 2021, aprietan el calendario y no concede la posibilidad de empezar demasiado tarde la próxima campaña.

Finalmente, el Delteco Guipuzkoa y el Valladolid, de la LEB Oro (torneo que no se va a terminar y en el que todos los clubes han tramitado un ERTE), que están en puestos de ascenso a la Liga Endesa, reclaman su plaza en ella, lo que tampoco permite descartar que se asista a una liga de veinte la próxima temporada. Ante la sucesión de ERTE en muchas plantillas, los clubes van a tener que rebajar sus presupuestos tras las pérdidas de esta y una expectativa de meses sin público.