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Aunque nunca se pueden extraer grandes conclusiones de un primer partido de pretemporada, alivia saber que, incluso con seis bajas importantes (los lesionados Lima, Sima ... y Kravish y los internacionales Alberto Díaz, Perry y Ejim), el Unicaja es capaz de competir, divertir y ganar ante un equipo de ACB, aunque este aún tenga poco recorrido en la élite nacional. El cuadro malagueño dio inicio a su calendario de amistosos imponiéndose con soltura (73-88) al Covirán Granada en el Palacio Municipal de Deportes nazarí, donde se alzó con su 16ª Copa de Andalucía dejando buenas sensaciones y haciendo ver que la complicidad de la plantilla sigue viva un año más.
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En los compases iniciales se notó el letargo de la vuelta a clase por ambas partes, pero se solucionó rápido la falta de acierto en el tiro de los primeros minutos. De no ver la primera canasta hasta pasados los 3 minutos, el Unicaja pasó a un parcial de 2-12 en apenas dos minutos y medio, además, sin demasiadas florituras. Una vez asentado el equipo, comenzó con las rotaciones Ibon Navarro, que hizo debutar ya en el primer cuarto tanto a los dos fichajes del equipo este año: Diop y Taylor, como a Sean Smith, hijo del mítico Mike Smith del Caja de Ronda, que aunque no pertenece al club, lleva toda la semana entrenándose con el Unicaja al estar sin equipo en estos momentos.
Pero una de las grandes alegrías del primer cuarto fue el protagonismo que se le brindó al subcampeón europeo sub-18 Saint Supéry, que ejerció como base ante la ausencia de Alberto Díaz, y aportó mucha personalidad y energía al juego. Liderados por Osetkowski en el tiro y Will Thomas disfrutando en la pintura, el combinado malagueño cerró el primer cuarto con mucha superioridad (7-22).
Sin embargo, reaccionó el conjunto nazarí en el segundo cuarto, consciente de que, ni siquiera en un amistoso, podía volver a ofrecer a su público otra abultada derrota ante el Unicaja como la que se vivió el pasado curso liguero. Parecieron bloquearse los cajistas ante la remontada del Granada, que tirando de su jugador franquicia, Thomasson -clave en la permanencia en la ACB-, lograron ponerse a un punto (25-26).
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Por fortuna, recuperaron la templanza, probaron suerte con algunas de las jugadas ensayadas los días previos y volvieron a la dinámica inicial, más atractiva, ofensiva y con movilidad de balón, para coger aire en el marcador antes del descanso (29-39).
Con el paso de los minutos se fue evidenciando la sintonía de los jugadores que ya formaban parte de la plantilla del pasado curso. Se veía la complicidad a la hora de seguir la estrategia, de entender la dirección de los pases o de ensayar cualquier jugada de la pizarra de Ibon. La solidez de Osetkowski ('MVP' de la noche con 19 puntos, 4 asistencias, 8 rebotes y 27 de valoración), Kalinoski y Thomas, aportaban al resto la tranquilidad necesaria para crecerse ante un rival que, aunque plantase cara, aún no hace sombra al Unicaja.
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Y sin duda, también fue el día de Tyson Carter, que demostró una vez más su polivalencia, ejerciendo tanto de '1' como de '2' para dirigir el juego, repartir balones y tirar a canasta con la muñeca especialmente fina (18 puntos y tres triples). En cuanto a los 'nuevos', debutaron con nota: Diop contó con 15 minutos, vio canasta y colaboró activamente en la defensa gracias a su envergadura, y destacó Kameron Taylor, que dejó grandes pinceladas de lo que podremos ver este año en pista: un jugador rápido, creativo y con acierto (anotó 8 puntos).
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