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El rendimiento de David Kravish (Joliet, Illinois, 1992) fue una de las claves del éxito del Unicaja la campaña pasada. Precisamente sus problemas con una fascitis plantar lastraron al equipo al comienzo de la temporada. Ahora, ya recuperado, el estadounidense asegura que el conjunto malagueño ... está en disposición de mejorar incluso lo conseguido, pero reconoce que el grupo está lejos todavía de su mejor nivel.
–Su lesión ha sido una incógnita. Viéndole jugar parece que ya es cosa del pasado. ¿Cómo se encuentra?
–Me encuentro genial. No tengo dolor en el pie y el equipo hizo un gran trabajo a la hora de gestionar la situación. Los fisios han estado sensacionales conmigo y los entrenadores muy comprensivos. Me siento al cien por cien, lo que pasa es que no he tenido pretemporada, en realidad incluso pude trabajar poco en verano, así que ahora estoy en ese proceso de ponerme a punto. He estado haciendo cardio y recuperándome para ponerme al día.
–Aclare a los aficionados cuál es el origen de esa fascitis plantar de la que tanto se ha hablado, porque viene de la pasada temporada...
–Efectivamente. En el último partido contra el Tenerife aterricé en un salto sobre mi talón de Aquiles y sentí un gran dolor. Tenía un derrame y mucha hinchazón. No podía apoyar sobre ese pie porque tenía mucho dolor y me tuve que infiltrar para el resto de partidos. Cuando ya estaba en casa empecé a entrenar, hacer un poco de carrera y entonces derivó en una fascitis plantar porque la zona estaba ya irritada.
–¿En algún momento pensó que se tenía que operar?
–Afortunadamente no. No estaba tan mal.
–Así que ahora está de pretemporada.
–En cierto modo sí, porque cuando yo volví los compañeros ya llevaban mes y medio de entrenamientos y partidos. Estos partidos del último mes son mi pretemporada. Estoy cogiendo el mismo y me estoy recalibrando con el equipo. Hay que recordar que Yankuba tampoco estaba al comienzo y esto obligó a Dylan a jugar de cinco, que no es su posición natural. Todo esto, junto con mi vuelta, descolocó un poco al resto del equipo. Cuando un jugador está lesionado se piensa que volverá con normalidad, pero mientras no estuvo disponible otros tuvieron que hacer su trabajo, en este caso el mío. Hay un movimiento de roles, por eso se vio al equipo tan irregular al comienzo de la temporada.
–Desde fuera estas cosas no se perciben o no se entienden, porque sólo se ven los números.
–Es normal, al final cuentan los partidos que se ganan o se pierden. Estábamos dentro de un proceso y encima no ganábamos partidos. En estos momentos hay que tener tranquilidad, porque estábamos en septiembre y octubre.
–Así que ahora su objetivo es volver al gran nivel que mostró la temporada pasada. Jugó muy bien. ¿Fue una sorpresa también para usted?
–Siempre confío en mis posibilidades, pero entiendo que la gente se sorprenda. Creo que a lo largo de mi carrera he hecho un buen trabajo, pero la clave aquí es que tenemos un equipo increíble. Los catorce jugadores que estamos formamos un gran grupo. Siempre peleamos al máximo y todo es más fácil cuando estás rodeado de gente tan buena que en el día a día, en los entrenamientos, te exigen el máximo. Luego en los partidos, los técnicos nos ponen en las situaciones correctas para ganar, que es algo determinante.
–Por lo que se ve, la buena química del equipo, clave de los éxitos recientes, sigue intacta.
–Por supuesto. Mire, aquí no hay nadie que vaya contra nadie. No hay una lucha de egos. He estado en equipos en los que algunos jugadores miraban por ellos mismos, dentro y fuera de la pista, que no se relacionaban. Eso al final es perjudicial para el equipo. Aquí no sucede eso, aquí estamos concentrados en ganar, da igual quién destaque.
–Todo parece idílico y, como usted ha dicho, están dentro de un proceso. En ese camino aparece ahora Augusto Lima y llegarán las rotaciones. ¿Cómo se digiere poder quedar descartado por un partido?
–Gus es un tipo genial y una pieza importante para el vestuario. Un tipo especial. Cuando estamos mal es capaz de levantarnos el ánimo, pero también ponerse serio para afrontar cualquier reto. Es fantástico que esté de vuelta. Me preocuparé de esa situación cuando llegue. Hasta ahora no ha afectado al equipo, Creo que las rotaciones incluso nos dan más versatilidad.
–Uno de sus mejores partidos de la pasada temporada fue contra el Madrid, en las semifinales de la Copa. Ahora llega al partido con 18 triunfos seguidos. Pare inabordable ¿Sube el nivel de mentalización y motivación para estos encuentros?
–Qué le voy a decir, es uno de los mejores equipo del mundo. Tengo que reconocer que sí genera una motivación especial porque como jugador siempre quieres aspirar a lo máximo, jugar al máximo nivel. Ellos estaban ahora en la cima y para llegar hasta ahí tenemos que trabajar, esforzarnos. Esa debe ser nuestra ambición y motivación.
–Delante volverá a estar Tavares. ¿Cómo se puede castigar esa intimidación del caboverdiano?
–Puedes apostar a que estará como ganador del mejor defensor y el MVP de la temporada... Puedes intentar pararlo, pero no totalmente porque es muy complicado. Nuestra estrategia no debe ser esa, sino ser fieles a nuestro estilo.
–Dice que el objetivo es alcanzar a esos equipos como el Madrid o el Barcelona. La temporada pasada se consiguió. ¿Puede volver a repetirse?
–No veo una razón por la que no podamos repetir lo del año pasado. Tenemos los jugadores y los técnicos para conseguirlo. Somos un grupo súper competitivo, incluso en los entrenamientos el entrenador no pide que nos guardemos algo para los partidos. De todas maneras creo que todavía no hemos hecho 'clic'. Hemos jugado bien, pero no hemos explotado. Se han visto buenos momentos, pero no estamos tan regulares. Por las razones que antes comenté, estamos dentro de un proceso de acoplamientos de jugadores como yo, Sima o Taylor.
–El equipo defenderá dentro de unos meses en Málaga el título de la Copa logrado en Badalona. ¿Se habla de eso en el vestuario? Seguro que los amigos y la familia ya le están llamando para venir a ver los partidos.
–Será especial. A todo el mundo le gusta venir a Málaga. Es un sitio especial. Será también muy importante para nuestros aficionados, que nos apoyan al máximo. Pero no podemos vivir del recuerdo y el objetivo de ser volver a repetirlo. Esta es la parte divertida de esto, somos los defensores del título.
–Se le ve encantado en Málaga. Usted ha pasado por muchos equipos ya. Empezó en Finlandia, pasó por Bielorrusia, Rusia, Turquía, Alemania... Ahora se le ve feliz. Un buen equipo, un gran club detrás. ¿Es a lo que aspiraba cuando quería ser profesional?
–Es lo que le comentaba al comienzo de la entrevista. Cada persona del equipo, médicos, técnicos, recuperadores, la gente de la oficina, está centrada en ganar y en cómo puedo hacer mejor a los demás. Desde el club nos tratan con amabilidad para que nuestras familias estén a gusto, con los colegios, las casas... Así es muy fácil estar centrado en el trabajo, en el juego, en ganar partidos. No tengo que estar llamando a mi agente porque tengo este o aquel problema. Además, sales del pabellón y el sol brilla. ¡No tienes problemas!
–Así que usted es los que les da la brasa al agente de turno...
–¡Por su puesto! Trabajo con Youfirst, con Gerard Raventós, que es un tipo fantástico. Lo más importante es que es honesto, que es algo importante en este mundillo. El sector de los agentes puede ser bastante sucio. Encontrar un agente que sea honesto, que te lleve a un buen club y que esté detrás de ti es difícil. Gerard lo es. Todos sabemos casos de clubes que no pagan los salarios, los alquileres, la factura de la luz o que no arreglan los visados, porque puedes acabar hasta en la cárcel de un aeropuerto.
–¿En una celda de un aeropuerto?
–Sí, sí. Me pasó en Polonia. El director deportivo del equipo en el que jugaba no arregló los visados y cuando llegamos a Londres junto con otros americanos del equipo, no podíamos tomar el vuelo hacia los Estados Unidos. Tampoco nos dejaban volver. Cuando llegamos a Londres nos dijeron que qué hacíamos en Polonia seis meses sin visados ni nada... Les dimos el papel que nos había dado el club y nos dijeron que no valía para nada. Nos quitaron todo y nos metieron en habitaciones aisladas. ¡El retrete no tenía asiento, era como una prisión! Estuvimos once horas allí encerrados y nos mandaron de vuelta a Polonia. Nos sacaron del avión en un coche del ejército... Por eso le digo que es importante tener un agente que responda siempre y que sepa a qué equipos no debe mandar jugadores. Era al principio de mi carrera y entonces pues haces lo que te dicen porque quieres jugar.
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