Darío Brizuela, el hombre del año en el Unicaja

Su caso es también muy particular, pues llegó al Unicaja en la Navidad de 2019, con la temporada empezada y procedente del Estudiantes. Sus números demuestran que no necesitó adaptación, en parte por el buen y numeroso grupo de jugadores nacionales que tenía el equipo. El internacional ha prolongado en Málaga los buenos registros que tenía en el Estudiantes. En los 48 partidos disputados por el Unicaja anotó un total de 620 puntos, más que nadie, con una media de 12,9 por partido.

Conviene apuntar que desde su llegada al Unicaja ha sido el jugador más utilizado por Luis Casimiro, con un total de 1.063 minutos, lo que le permitió alcanzar la cifra de puntos antes mencionada y también el registro de valoración (540) más alto de la plantilla.

El vasco también ha sido el que más triples ha anotado de los 18 jugadores que disputaron algún partido durante el año natural. Brizuela transformó 77 canastas de tres, dos más que Waczynski, por las 66 de Francis Alonso. El caso del escolta malagueño es muy llamativo, pues sólo disputó los encuentros de esta temporada, que son 26 entre Liga y Eurocup, por lo que su media es de 2,5 triples, altísima teniendo en cuenta que es nuevo en el equipo, casi que también en la Liga y que afronta su primera temporada con dos competiciones.

Este 2020 también arroja otros datos llamativos, como el dominio de Rubén Guerrero en rebotes (195) con Deon Thompson en segunda posición (170). Curiosamente, en rechaces defensivos, el estadounidense es primero, con 124 capturas por las 117 del malagueño. El capítulo de los rebotes es uno de los grandes déficits del Unicaja, que es último de la ACB en este apartado del juego. Thompson sí que ha cerrado el año como el jugador de la plantilla que más tapones puso, 22, con Guerrero a sólo uno.

Como no podía ser de otra forma, Alberto Díaz también aparece entre los protagonistas del Unicaja en este 2020. No fue un año bueno para él en el aspecto físico por las lesiones, pero mostró su mejor nivel justo antes de que los isquiotibiales volvieran a dejarlo en el dique seco. Su aportación defensiva es vital para el equipo. El base cierra el año como el que más balones recuperó, con un total de 53. El Unicaja lo echa mucho de menos. El malagueño también fue el líder en asistencias, con 150, un capítulo en el que ha mejorado mucho antes de lesionarse.