El Unicaja seduce en el estreno

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Notas a los jugadores del Unicaja tras ganar al Obradoiro

Superado el subidón de ver y sentir a los aficionados en las gradas del Palacio de los Deportes. El comienzo del partido estuvo más próximo a la pretemporada que la competición oficial, con un intercambio de canastas incesante. La ausencia del lesionado Brizuela hizo que Katsikaris comenzase el choque con Jaime Fernández y Cole en el quinteto inicial. El madrileño y el estadounidense monopolizaron el juego cajista. En ese ir y venir de canastas, el Obradoiro respondió a la perfección con Robertson y Birutis para colocarse 8-14 a los cuatro minutos. El Unicaja volcaba por completo su juego en su línea exterior, pese a la presencia de Eric en la pista y, más tarde de Nzosa. Se sumó Bouteille al recital ofensivo y Ellenson, imparable, recogió el testigo de sus compañeros en el bando gallego con diez puntos sin fallo. Su acierto mantuvo al Obradoiro en el choque (23-19, min. 10).

Las pérdidas penalizaron al Unicaja en el arranque del segundo cuarto. El partido era más denso y con menos acierto. Todo estaba tranquilo hasta que Fernández volvió a la pista para disparar a un Unicaja, que con Francis Alonso de pareja del madrileño, gana en solidez defensiva. La evolución del malagueño es un hecho. Como dice Katsikaris, «hace más cosas». Esta vez la andanada del equipo cajista no encontró respuesta con un parcial de 17-3 (44-31, min.17). Hasta este momento ninguno de sus pívots anotó cerca de la canasta, lo cual resultaba llamativo teniendo en cuenta la ventaja. La aparición de Eric terminó de confirmar el dominio local. Un triple de Alonso sobre la bocina cerró una gran primera parte del Unicaja que el público agradeció con una ovación poniéndose en pie.

El gran acierto exterior, sin abusar de los triples, elevó la renta cajista a los 20 puntos nada más comenzar la segunda parte (55-35). En ese momento el Unicaja era líder de la ACB, pero fue algo efímero. La reacción del Obradoiro era esperada, aunque estaba por ver si sería suficiente. Un parcial de 0-8 llevó a Katsikaris a parar el partido. Un par de buenas acciones frenaron la acometida del conjunto de Moncho Fernández, que al menos llegó con vida al acto decisivo. 67-55.

Siguió apretando el Obradoiro (70-60) hasta que Katsikaris devolvió a Jaime Fernández a la pista. El madrileño manejó el choque cono quisto y con siete puntos y una asistencia se encargó de liquidar el encuentro (83-60). El público gritaba «¡MVP!» y el base abría los brazos como queriendo decir: «Hoy lo meto todo». Quedaban cuatro minutos, pero el Obradoiro ya no se levantó tras ese golpe, lo que sí hizo es enjugar la renta, lo que impidió que el equipo malagueño cerrase la primera jornada como líder.