El Unicaja, a los cuartos de final de la Champions tras remontar al Limoges (99-88)

La primera parte del Unicaja fue sorprendente porque mostró dos caras absolutamente distintas. La primera, excelente, con ritmo y acierto. La segunda, un desastre total. Lo cierto es que el equipo malagueño sólo estuvo bien hasta el minuto cinco del partido. Ahí el quinteto inicial, con la novedad de Saint Supéry, hizo un buen baloncesto, con rápidas transiciones, acierto y un Kravish dominador. El equipo malagueño dominaba el partido 22-11 hasta que llegaron los cambios y en el Limoges apareció la figura de Kadji. El veterano pívot, un jugador polivalente, hizo sufrir a Sima. El ataque del Unicaja perdió frescura, aunque lo peor estuvo en defensa con un primer parcial en contra de 2-11 hasta el 24-22 con el que se cerró el primer cuarto.

El acierto exterior con la mejor versión de Kalinoski desde la Copa y más energía en defensa, permitieron que el equipo malagueño recuperase el control del partido. Ganaba 40-31 hasta que volvieron los problemas. Al contrario que otras veces, Perry no mantuvo el nivel defensivo del equipo. Tomó malas decisiones, estuvo demasiado pendiente de los árbitros y esto le pasó factura a su equipo. El conjunto francés elevó el físico de su plantilla con Yeguete y Desi Rodríguez, entre ambos desarbolaron por completo a un Unicaja desconocido, que perdía desperdiciaba posesiones con pérdidas y malos tiros. El Limoges castigó estas dudas con un parcial absolutamente demoledor de 6-21 en poco más de cinco minutos que le permitió llegar al descanso ganando 46-52.

No hizo falta esperar mucho para comprobar que el Unicaja que salió de los vestuarios era otro totalmente distinto al equipo apático y errático que acabó la primera parte. La actividad defensiva era enorme y esto le permitió cambiar la dinámica del encuentro. Apareció primero Lima, luego Díaz y más tarde Osetkowski. En cinco minutos, el cuadro cajista ganaba 63-56. En el bando rival, sólo respondía ya Desi Rodríguez, que llevaba 20 puntos a estas alturas del partido. Algún triple salpicado mantenía en el partido al Limoges, pero ahora cada acción del conjunto francés encontraba respuesta por parte de algún jugador del Unicaja, que cerró un gran cuarto ganando 77-69.

El dominio local se acentuó con el 'Thomas sistema'. El ala-pívot de Baltimore fue el antídoto definitivo para frenar a Rodríguez, que cuando dejó el partido se llevó una gran ovación del público del Carpena, algo que no ocurre frecuentemente. Sus últimos puntos fueron para poner al Limoges 84-80, pero tres acciones eléctricas de Perry permitieron un parcial de 8-0 que terminaron por liquidar el partido y confirmaron la clasificación del Unicaja para los cuartos de final de la Champions.