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Alberto Díaz avanza ante la defensa de Sergio Llull. MARIANO POZO

Una gran transformación del Unicaja no basta para derrotar al Real Madrid

El estreno de Ibon Navarro en el banquillo dejó el mejor baloncesto de la temporada y permitió acorralar al equipo blanco, que sólo fue mejor en el último cuarto

Domingo, 13 de febrero 2022

El Unicaja es otro. El conjunto malagueño tuvo acorralado al Real Madrid durante 35 minutos de gran baloncesto y en los que evidenció la importante transformación que ha experimentado tras la llegada de Ibon Navarro al banquillo. Quizá un partido es poco para sacar conclusiones, ... pero se vieron cambios notables en muchas facetas del juego. Mejor defensa, más ritmo, más aportación de los pívots y una gran intensidad. Compitió perfectamente el conjunto malagueño, pero le penalizó un mal comienzo del último cuarto y, a pesar de eso, llegó a la última posesión con opciones de empatar el partido. Como es lógico la motivación ante el Madrid era grande, así que ahora el gran desafío es mantener este nivel cara al futuro, empezando por el próximo miércoles en Fuenlabrada, donde afrontará una auténtica final por la permanencia. De momento, el primer paso está dado y ha sido grande, aunque no sirviese para ganar.

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El primer quinteto inicial de Ibon Navarro fue el mismo que el último de Fotis Katsikaris, pero hasta ahí las similitudes. El juego y la actitud de los jugadores cajista fueron completamente diferentes a lo que se vio hace sólo unos días en Ucrania. Quizá la principal diferencia estuvo en la defensa, porque fue ahí donde el Unicaja contuvo perfectamente el potencial del líder de la Liga. A pesar de las precipitaciones del comienzo. Los puntos de Brizuela y el buen trabajo de Guerrero parando a Tavares dejaron un escenario inesperado. El Unicaja dominaba después de cinco minutos y Navarro introdujo su primera novedad como recambio de Abromaitis: Nzosa. El congoleño fortaleció el rebote, a pesar de pesar la mitad que el potente Yabusele, que le castigó siempre que pudo. En ataque, Alonso y Mooney recogieron el testigo de Brizuela y sólo un triple de Llull impidió que el Unicaja cerrase el primer cuarto por delante (23-25).

Aunque el Madrid castigó los primeros errores 'no forzados' del Unicaja en el comienzo del segundo acto, no hubo descomposición en los locales (27-33). Repitió Navarro su innovadora apuesta por Nzosa con Kravic o Guerrero, que estuvo soberbio en la primera parte tanto en defensa como en ataque. El marbellí, respaldo por la confianza del entrenador, firmó sus mejores minutos de la temporada 34-34) . La intensidad defensiva del Unicaja marcaba el ritmo de un partido jugado a toda velocidad. Y, aunque parecía imposible de lograr, el equipo malagueño elevó más todavía sus prestaciones con la entrada en escena de Suárez. Dos robos seguidos de sendas canastas del madrileño permitieron al Unicaja algo que hace solo unos días parecía imposible, dominar al Real Madrid y llegar al descanso ganando 49-47 con 20 puntos de sus jugadores interiores y 26 de su banquillo...



Cuando parecía que el Unicaja no podía sorprender con nada más firmó un parcial con triples de Bouteille y Abromaitis para lograr su máxima renta en el partido, 57-50. La intensidad defensiva de los de Navarro descolocaba por completo al Real Madrid y Pablo Laso tenía que parar el partido. El entrenador blanco echó mano de Alocén, inédito hasta el momento, y de su velocidad y no tardó en equilibrar el encuentro hasta lesionarse en una penetración (60-59, min. 27). Le faltó calma al Unicaja para jugar con más criterio cuando mandaba en el marcador y al final se vio penalizado por el 'bonus' y las faltas personales que el Madrid explotó a la perfección para sobreponerse a la falta de fluidez de su juego. Brizuela empató el choque con su segundo triple de la tarde (65-65, min. 30) para alcanzar los 16 puntos.

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El primer bache serio del Unicaja llegó en el peor momento. Nada más comenzar el último cuarto encajó un parcial de 5-13 que lo puso contra las cuerdas (70-78, min. 32:30). Heurtel, casi infalible, y Poirier castigaron la defensa del bloqueo y continuación del equipo cajista. Trató de volver al partido el equipo que dirige Ibon Navarro, pero la dinámica del partido había cambiado. Mientras el Madrid aprovechaba casi cada ataque, el cuadro cajista sufría para anotar porque sus pívots no eran tan resolutivos ahora como los del rival. A pesar de todo, el Unicaja no le perdió la cara al encuentro. El cambio de actitud, además de mejoría en el baloncesto, fue notable y eso le permitió llegar a la última posesión con opciones de empatar tras un triple de Barreiro (88-91). Tavares sentenció desde de la línea de personal y evitó que el estreno de Ibon Navarro se saldase con victoria. El choque se cerró con una canasta de Barreiro desde el centro del campo para dejar el 91-92, que reflejó lo apretado del choque.

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