El Unicaja sobrevive a su irregularidad y gana al Ratiopharm Ulm

Puede parecer un tópico, pero lo mejor del encuentro es un resultado que permite al Unicaja situarse líder de su grupo y dejar perfilada la clasificación para la siguiente fase. El encuentro tuvo tres grandes protagonistas: Francis Alonso, Deon Thompson y Alberto Díaz. El primero se fue hasta los 21 puntos en una nueva demostración anotadora. El segundo confirmó su recuperación con una actuación completa y el tercero corre el riesgo de romperse como siga acumulando tal carga de minutos. No hay nadie que le eche un cable en la dirección del equipo a la espera de que alguno de los lesionados se reincorpore, algo que puede suceder este viernes ante el Casademont Zaragoza. También hubo detalles para la preocupación, como la testimonial participación de Suárez, que empieza a chirriar, o la confirmación de que Gerun está para poco en este equipo.

El Unicaja comenzó con una gran concentración defensiva y dando lógica a su ataque. Thompson emergía como referencia y Abromaitis y Díaz disparaban la ventaja malagueña en un abrir y cerrar de ojos hasta los ocho puntos (6-14). La declaración de intenciones estaba muy bien, pero duró menos que una pompa de jabón... La irregularidad que preside el juego del equipo malagueño le llevó a ir cediendo terreno de forma alarmante. En cuanto no le entraron los triples pasó de ir ganando 11-20 a cerrar el primer cuarto perdiendo 22-20.

La falta de ritmo y también de ideas comenzó a ser alarmante. Tres minutos le costó anotar una canasta en el segundo cuarto. Fueron instantes en los que Gerun no aprovechó la oportunidad para reivindicarse con dos bandejas falladas y una falta tonta. Casimiro tuvo que sentarlo, pero esta vez Nzosa, que hizo dos faltas seguidas, tampoco fue una solución. Por el partido pasó también de puntillas Carlos Suárez después del banquillazo del domingo pasado. El Ulm, sin hacer nada del otro mundo, mandaba en un partido sin ritmo y de pobre nivel (30-25, min. 15).

Alberto Díaz se sentó después de otro atracón de minutos (17). Con Brizuela de base el juego del Unicaja es más directo, pero queda casi reducido a la iniciativa del vasco para bien o para mal. Sus puntos mantuvieron al equipo cerca del conjunto alemán, pero el juego no era bueno. Bouteille y Alonso, otros dos anotadores, casi que asistían de espectadores al monólogo de su compañero. Un triple francés cerró una primera parte desconcertante.

El Unicaja que salió del vestuario fue el de los primeros cinco minutos del partido. De nuevo había concentración en defensa y otra vez entraban los triples. Con el viento a favor, el equipo malagueño amagó con romper el partido cuando alcanzó los diez puntos de renta (47-57) de la mano de un inspirado Bouteille, pero la historia se repetía. De nuevo la falta de consistencia se hizo evidente, cuatro pérdidas seguidas permitieron al Ulm recuperarse y sólo un triple de Alonso evitó la remontada alemana (57-62).

El acierto del jugador malagueño se prolongó de forma brillante. Con la muñeca caliente, Alonso logro dos triples más y ocho puntos seguidos. Parecía que el Unicaja se escapaba (63-71), pero no es un bloque fiable. Varias pérdidas seguidas volvieron a dar aire al Ulm, al que no le costó situarse a un sólo punto. Otzekowski y Petrucelli mantuvieron la presión en el marcador. A falta de catorce segundos, el Unicaja ganaba de dos (76-78), pero sobrevivió a su propia irregularidad para amarrar la victoria de la mano de Deon Thompson.