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Díaz cruza el campo ante la defensa de Graves durante el partido jugado en Limoges. FIBA
Basketball Champions League

Un Unicaja pletórico arrolla al Limoges y encarrila la clasificación para los cuartos de final (67-84)

El conjunto malagueño fue claramente superior a un desordenado rival francés que acabó sin ideas y desfondado

Martes, 31 de enero 2023, 22:31

El Limoges no fue obstáculo alguno para un Unicaja pletórico que dejó encarrilada la clasificación para los cuartos de final de la Champions League al ganar en tierras francesas por 67-84. No fue rival el histórico equipo francés para el conjunto malagueño, que a ... día de hoy es una trituradora de rivales, da igual la competición y la nacionalidad. Después de un primer cuarto de cierto equilibrio, el Unicaja fue creciendo desde la defensa y mejorando su toma de decisiones hasta pasar a dominar por completo el partido. Osetkowski, con 17 puntos y 5/5 en triples, además de un Djedovic pletórico con cuatro recuperaciones y diez puntos, fueron lo más destacados del Unicaja, que lidera ya en solitario el grupo K de la Champions después de la derrota del Galatasaray ante el AEK.

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El Limoges tenía una premisa clara desde el comienzo del partido. El equipo francés pretendía impedir que el Unicaja corriese y jugase cómodo. Una defensa zonal ya desde los primeros instantes fue el primer obstáculo, aunque el conjunto malagueño salió alerta y no tardó en lograr la primera ventaja clara gracias al acierto de tres puntos (5-12). Pero las rotaciones restaron fluidez a ese alegre ataque y el Limoges entonces, con más presencia física y castigando ciertos desajustes como el de la defensa de Díaz sobre Lang, no tardó en recuperar terreno. La zona que antes no era un problema ahora se atragantaba y el Unicaja encajó un parcial de 12-5 que le hizo cerrar el primer cuarto perdiendo 19-17.

El equipo malagueño entendió que si no podía correr, debía mover el balón con inteligencia. Fue lo que hizo. Alternó balones interiores con buenas circulaciones buscando los puntos débiles de esa zona del equipo local. Unas veces encontró a Kravish y, otras, a Osetkowski en la esquina para lanzar de tres. El acierto de este último desde la larga distancia fue clave para que el equipo malagueño pasase a controlar el partido. A medida que avanzaba el choque, la defensa del Unicaja se consolidaba y el Limoges tenía cada vez más problemas para anotar. Will Thomas, Ejim, Perry y Djedovic formaron esa línea de contención tan efectiva. Un robo del último culminado con una bandeja al contragolpe cerró un excelente segundo cuarto del Unicaja, que llegó al descanso ganando 34-45.

Quedaba mucho, pero al Limoges le llegaron las primeras urgencias. Intentó el conjunto francés ser algo más agresivo, pero esto le llevó a incidir en esos desajustes defensivos que el Unicaja castigó una y otra vez. Moviendo bien el balón, Díaz y Perry encontraron buenos lanzamientos para sus compañeros. Entraron los triples de Carter y Osetkowski y la renta cajista alcanzó los 16 puntos (42-58). El partido se afeó; perdió calidad, pero el Unicaja aguantó bien con su defensa y sin sufrir grandes agobios.

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Sin orden, con mínimos argumentos y casi sin convicción, el Limoges no pudo ni intentar responder al dominio del equipo que dirige Ibon Navarro. El Unicaja explotaba cada situación de superioridad. Metía balones interiores a Ejim que posteaba, buscaba a Will Thomas a tres metros de la canasta para que trabajase con la defensa local, movía bien el balón de un lado a otro. Fue un recital de buen baloncesto y de cómo entender la defensa contraria. Para colmo del Limoges, Djedovic dio una lección defensiva, con varios robos y contragolpes que terminaron de romper el partido. El final del encuentro fue plácido para el Unicaja porque había hecho un excelente trabajo antes para que así fuese.

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