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El Unicaja cerró una semana de infarto y de un gran desgaste físico y mental de la mejor manera posible, con un convincente triunfo ante el Obradoiro (96-76). Solventó la peligrosa visita del conjunto gallego con partido muy serio, sin fisuras, haciendo un buen baloncesto y sin mostrar que era el quinto encuentro en cinco días. Maduró al rival y acabó arrollándolo. Habrá quien diga que la victoria cajista era lo más normal, pero la participación en la Euroliga altera cualquier tipo de predicción y lógica. También parecía lo más normal que se ganase en pistas como las del Andorra, Gipuzkoa o Bilbao, que ocupaban la parte baja de la tabla, pero se perdió.
Unicaja
(26+24+20+26): McCallum (7), Nedovic (6), Waczynski (14), Brooks (12), Augustine (5), cinco inicial-, Okouo (0), Díaz (2), Salin (9), Díez (11), Milosavljevic (4) Shermadini (16) y Suárez (10).
96
-
76
Monbus Obradoiro
(18+20+4+28): Simons (3), Pustovyi (12), Thomas (10), Bendzius (11), Pozas (0) -cinco inicial- Sàbat (0), Llovet (2), Radovic (0), Spires (6), Navarro (6) Corbacho (21) y Laksa (5).
Árbitros: J García González, Castillo y Sacristán
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga Endesa disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga ante 6260 espectadores.
El detalle: 21. La valoración que lograron Shermadini y Carlos Suárez, que han demostrado tener una perfecta conexión en la pista. El georgiano está en su mejor momento de forma desde que llegó el pasado verano y firmó un partido absolutamente perfecto, pues anotó todos los lanzamientos y tiros libres que intentó, a lo que sumó seis rebotes, lo cual es una circunstancia poco habitual.
El personaje: Pozas aplaudido por ‘su afición’. El base malagueño fue aplaudido en la presentación y también cuando fue sustituido.
El dato: Buena asistencia a pesar de la jornada festiva y el mal tiempo. Los aficionados al baloncesto de Málaga han cerrado una semana especial con tres partidos del Unicaja en casa. Ayer se dieron cita un total de 6.260 espectadores en el Palacio para ver el partido en directo. El dato es positivo y Joan Plaza lo destacó al final del choque. La jornada festiva y el mal tiempo dejó a muchos en su casa. Por suerte, el choque fue muy cómodo.
Ayer, sin embargo, el Unicaja fue muy superior a su oponente. No se lo vio presionado por el objetivo copero y quizá la propia inercia competitiva hizo que el Obradoiro no fuese rival en ningún momento. No hizo falta insistir con los triples, tampoco un partido espectacular de Nedovic, simplemente equilibrar el juego y alimentar a un hombre como Shermadini al que cada vez se saca más partido.
La importancia que tenía el encuentro no se dejó sentir en la pista. El choque careció de la tensión que se esperaba y esto favoreció a un Unicaja que desde el salto inicial estuvo cómodo y se quitó de encima los nervios por la clasificación para la Copa. Aunque Pustovyi y Thomas, los dos mejores jugadores del Obradoiro, mantuvieron el pulso unos minutos, la mayor intensidad y, por supuesto, calidad del Unicaja fue decantando el partido poco a poco. Brooks permitió el primer estirón y siete puntos seguidos de Waczynski dieron diez de renta al conjunto de Plaza (21-11). El primer cuarto se cerró con 26-18 después de que la rotación de banquillo desordenase un poco el juego del cuadro cajista.
Plaza sentó pronto a un cansado Nedovic, pero tuvo que recurrir a él cuando el equipo gallego se acercó un poco. Había mucho en juego y no parecía querer correr riesgos. Cuando la estrella del Unicaja salió a la pista el Obradoiro estaba a sólo cinco puntos (29-24), pero con él en la pista todo cambió. No destacó en la anotación, pero si generó ventajas a sus compañeros. Con una buena defensa y sin exigencias por parte del rival en la otra parte del campo, la renta malagueña comenzó a crecer hasta alcanzar los doce puntos (48-36). Fue suficiente con el control del rebote y el oportunismo de Suárez para mandar en el marcador, y al descanso se llegó con doce puntos de renta (50-38).
El paso por los vestuarios no trajo ningún tipo de cambio en el partido, y eso era una buena noticia para el Unicaja. El equipo de Plaza mantenía la tranquilidad ante un rival que, a pesar de lo que se jugaba, mostró poca ambición. Sin tensión defensiva alguna, el Obradoiro no fue rival para el Unicaja, que logró un contundente 20-10 de parcial en el tercer cuarto. Waczynski no se apiadó de su exequipo y Shermadini minimizó a un buen pívot como el ucraniano Pustovyi. Ambos lideraron el repaso del Unicaja al equipo gallego y todo parecía decidido antes del último cuarto (70-48).
Llegaron un par de triples más de Díez, y Shermadini seguía produciendo. Aunque la ventaja era de más de 20 puntos, Plaza era consciente de que hay que engordar el ‘average’ en caso de empate por la Copa. Así que a cinco minutos del final y ganando por 88-60, sacó a Nedovic y Augustine. No había concesiones. Eso sí, el técnico se dio el ‘lujo’ de darle dos minutos a Okouo. El partido terminó con un ‘alley oop’ espectacular de Nedovic para Milosavljevic que este último culminó a una mano.
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