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Los clubes que todavía siguen en competición en la Eurocup, entre los que se encuentra el Unicaja, están decididos a acabar la temporada. La Euroliga celebró este miércoles una reunión virtual en la que participaron los equipos del principal torneo europeo y los del segundo y que se prolongó desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde. La conclusión más importante es la decisión de, en cuanto las condiciones de seguridad y sanitarias lo permitan, retomar la competición y acabar la temporada. Lo segundo, hacerlo con el sistema de competición vigente y extender los partidos más allá de las fechas fijadas al comienzo de la campaña si fuese preciso.
Así, en el caso de la Eurocup, el Unicaja tendrá que jugar contra el Reyer Venezia en principio y, sólo en el caso de que el periodo de suspensión de la temporada se alargase, la Euroliga contemplaría un cambio de formato, pero siempre con la idea de finalizar el torneo y de que haya un campeón.
Este planteamiento es elogiable, pero puede ser irreal. A la Euroliga le quedan por disputar seis jornadas de fase regular, además de unos cuartos con ‘play-off’ a cinco partidos y, para rematar, la Final Four. En la Eurocup quedan cuartos, semis y final al mejor de tres partidos. Todo esto choca con la apuesta de la Liga ACB de, a partir de mayo jugar tres encuentros por semana (quedan once jornadas) y extender la competición hasta las primeras semanas de junio.con cuartos, semifinales y final del ‘play-off’.
La acumulación de partidos, si es que se vuelve a jugar, será enorme. En las últimas semanas, los clubes han estado en contacto para plantear distintas fórmulas ante el parón competitivo. Como ya se informó, los ocho equipos que están en cuartos (Partizán, Mónaco, Promitheas, Unicaja, Tofas, Bolonia, Unics y Reyer Venezia), veían con buenos ojos la posibilidad de celebrar una ‘final a ocho’, un torneo similar a la Copa jugado de jueves a domingo. Esto no está descartado, pues la Euroliga dejó la puerta abierta a propuestas alternativas si el parón se prolonga en exceso.
Por otro lado, los equipos plantearon ayer distintas interrogantes. Una de las principales fue el capítulo económico. El parón ha reducido totalmente sus ingresos en ciertas partidas y, como está pasando en España con la herramienta del ERTE, muchos clubes buscan fórmulas para reducir los salarios de sus jugadores. En este sentido, la Euroliga cedió y permitió que los equipos realicen ajustes salariales mientras el tiempo que dure el parón. Del mismo modo, los responsables de la competición accedieron a ser más flexibles en el capítulo del cumplimiento de las normas económicas vigentes. Como ya se informó esta semana, el Unicaja ha optado por no variar las condiciones laborales y salariales de sus trabajadores, jugadores incluidos mientras dure esta crisis.
Además, la Euroliga también abrió la puerta a que los equipos autoricen a sus jugadores volver a sus países de origen. Muchos lo han hecho ya, y algunos que han desmantelado sus plantillas, por lo que este será un asunto que dará que hablar en las próximas semanas. Sin fecha de regreso y sin poder entrenar es imposible que los jugadores se mantengan en forma.
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