
Claves para entender una eliminatoria desigual
Valencia-Unicaja ·
El conjunto malagueño aspira a doblegar a un rival que lo ha relevado como alternativa a los grandes y lo ha dejado sin el gran objetivo de la temporada: la EuroligaSecciones
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Valencia-Unicaja ·
El conjunto malagueño aspira a doblegar a un rival que lo ha relevado como alternativa a los grandes y lo ha dejado sin el gran objetivo de la temporada: la EuroligaEs inevitable que en cada conversación sobre las aspiraciones del Unicaja para esta temporada aparezca el Valencia en algún momento. Los dos equipos rivalizan por convertirse en alternativas a los grandes; a los clubes de la Euroliga, aunque la trayectoria deportiva de uno y otro, y la situación presupuestaria dicen otra cosa pues el conjunto naranja ha contado con seis millones más para invertir. A partir del viernes, ambos clubes escenifican otro duelo, esta vez en la fase por el título, con poco en juego salvo el pase a las semifinales. El premio que conllevaba alcanzar esta eliminatoria, jugar la Euroliga, ya se lo llevó el cuadro valenciano al conquistar la Eurocup y esto ha devaluado una situación que en otras temporadas habría salvado el año a efectos de resultados. Por los éxitos del Valencia vienen parte de las críticas hacia el Unicaja, que no estuvo al nivel esperado en la competición europea y que fue apabullado por su rival en la Liga sólo una semana después del título continental de su rival. Aquí van algunas claves para entender lo que se puede esperar de un cruce de dos equipos cuya trayectoria reciente ha escenificado una interesante rivalidad de aspiraciones deportivas.
Si hay algo que se destaca del rival del Unicaja es el hecho de que tenga un estilo de juego identificable y reconocible. Es frecuente escuchar que el Valencia juega muy bien al baloncesto. La línea continuista en su plantilla, el acierto en los fichajes y, cómo no, un gran poder adquisitivo para moverse en el mercado, le han permitido mantenerlo. El conjunto que dirige Jaume Ponsarnau despliega un baloncesto que gusta ver, con bases experimentados como Van Rossom, Guillem Vives o Diot, elemento diferencial a pesar de sus muchos problemas físicos, y con jugadores como San Emeterio, Sastre o el propio Dubljevic que hacen una buena lectura del juego dependiendo de la situación que se presente. El Unicaja, por su parte, destacó al comienzo de la temporada con su verticalidad y exuberancia ofensiva. Llegó a ser uno de los equipos más anotadores de Europa, pero las lesiones, y una mayor vigilancia de los rivales le impidieron dar una continuidad a este estilo de juego.
El contundente triunfo del Valencia ante el Unicaja hace un mes y medio (96-57) está muy reciente y condiciona por completo la eliminatoria. Fue la quinta peor derrota en la Liga Endesa en toda su historia. El marcador refleja dos cosas, el potencial ofensivo del rival y los problemas defensivos del Unicaja, que se hacen más evidentes ante un adversario de este nivel. El Valencia ha acabado la fase regular como la tercera mejor defensa del campeonato recibiendo una media de 78 puntos por partido, sólo mejorada por el Baskonia y el Barcelona. Por contra el Unicaja, recibe 81,5 puntos. Visto de otra manera, el cuadro malagueño precisa de más de ochenta puntos para ganar los partidos. Promedia 83,5 por los 81 de su rival, por lo que no es una gran ventaja. Así, resulta más que evidente que cualquier opción de eliminar al Valencia pasa por una gran mejora defensiva, toda vez que los ataques están equilibrados.
Con los números en la mano se puede decir que los dos equipos llegan en un buen momento a esta eliminatoria de cuartos de final. El Unicaja ha ganado cinco de sus últimos seis partidos y el único que perdió fue por una canasta en el último segundo. Venció al Burgos, Estudiantes, Fuenlabrada, Tenerife y Andorra; es decir, a ningún conjunto que ha acabado en la zona de 'play-off' y a tres que peleaban por evitar el descenso. Cayó precisamente en Murcia, al que esa victoria le ha salvado la vida. La trayectoria del Valencia antes del 'play-off' es también muy positiva, pues ha ganado ocho de los últimos nueve partidos. Superó al Andorra, Unicaja, Tenerife, Zaragoza, Breogán, Barcelona, Estudiantes, y Baskonia; mientras que sólo perdió ante el Real Madrid, equipo que acabó líder la fase regular. Como se aprecia, el nivel de sus rivales ha sido notable y esto llevó a pensar que podía perder la cuarta plaza, pero no ha sido así. Es destacable que haya ganado al Barça en el Palau y que se impusiese con autoridad en su pista al Baskonia. Todo un aviso para navegantes.
Después de 34 jornadas los peligros de cada uno de los equipos están perfectamente identificados. El juego del Unicaja depende en gran medida de lo que sea capaz de producir y generar Jaime Fernández. En la dolorosa derrota de hace un mes, el escolta madrileño, que atravesaba por un bache de juego, se quedó en siete puntos. Sin embargo, desde entonces, Fernández ha ido mejorando sus prestaciones en todos los sentidos. Anota, dirige y asiste casi como en el primer tramo de la temporada y eso es una gran noticia para el Unicaja cara a la fase por el título. Quizá el problema para el equipo malagueño esté en que el madrileño está un tanto solo, se echa en falta otra alternativa para liderar al equipo más allá de Suárez. Por contra, en el Valencia, los amenazas son múltiples. Dubljevic es el que más preocupa, pues no tiene el cuadro malagueño un jugador que haya podido frenarlo. Es el jugador más valorado de su equipo y en el tercero de la Liga Endesa, también ocupa lugares destacados en las clasificaciones de rebotes (4º), rebotes defensivos (5º) y rebotes ofensivos (3º), quedándose también a las puertas del Top 10 en anotación (11º). Junto a él, el mejor ala-pívot de la Liga, el excajista Will Thomas, que esta temporada le ha hecho varios destrozos al Unicaja tanto en Liga como en la Eurocup. La presencia de Suárez ayudará a frenar a un jugador que acaba contrato y por el que pujarán los mejores de Europa. Además, Matt Thomas, tercer mejor triplista de la temporada, y que se ha perdido los últimos partidos por lesión. El tirador tiene complicado jugar la serie. La lista se podría ampliar con San Emeterio, en un gran momento, o Van Rossom... En definitiva, un gran arsenal.
La historia reciente del Unicaja y el Valencia está jalonada de múltiples duelos en las últimas temporadas en eliminatorias directas. El ejemplo más cercano es la Eurocup de 2017, en la que el Unicaja logró el título pese a tener el factor campo en contra. Este es un aspecto que no ha sido decisivo en los enfrentamientos entre los dos equipos. El primer gran golpe del Unicaja llegó en la temporada 2003-2004. En cuartos de final, con el factor campo en contra, el equipo malagueño, al que Sergio Scariolo había llegado en noviembre y finalizó la Liga sexto, eliminó al Valencia en una serie de cuartos de final a cinco partidos, que se decidió en la Fuente de San Luis, donde un estelar Louis Bullock ajustició al cuadro valenciano. Aquella victoria fue considerada como el primer título de Scariolo, pues permitió la clasificación para la Euroliga. Salvo estos dos cruces, en el resto, el equipo que tuvo el factor campo a favor, acabó accediendo a semifinales. Así sucedió en la temporada 2000-2001 cuando el Unicaja ganó por 3-1. Le devolvió la moneda el Valencia dos campañas después, cuando se impuso por 3-2 logrando la clasificación para la final de la Liga. Y también conviene destacar el enfrentamiento de la 2009-2010 con aquella canasta de Zabian Dowdell que dio la victoria al Unicaja en la Fuente de San Luis en el último instante del segundo partido y firmó el 2-0.
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