Es justo empezar destacando que en el partido de anoche los entrenadores se ganaron el sueldo. Ponsarnau estuvo durante los cuarenta minutos dosificando la energía de todos sus jugadores, tras el doble esfuerzo europeo de la semana, de manera que cada uno aparecía cuando era ... imprescindible. Katsikaris, por su parte, aun conociendo a sus hombres, quiso dar opciones a todos y esto le llevó a una rotación bastante equilibrada en la que intervinieron once hombres. La primera evolución positiva del equipo malagueño la encontramos en la defensa de la primera mitad, por actividad, cambios de hombre, ayudas interiores y mejores rotaciones. En el primer cuarto, el tiro exterior predominó en el juego de ambos equipos y como el Unicaja tuvo un nivel de aciertos correcto, ese primer periodo, jugado al estilo que más le convenía, acabó con ventaja malagueña. En el segundo los visitantes aumentaron el protagonismo de sus pívots y aunque la entrada de Suárez mejoró la defensa interior malagueña, como el Unicaja falló demasiados tiros exteriores, los visitantes, ahora con el estilo de juego a su favor, anularon la ventaja local.
Tras el descanso volvió Alonso y la defensa valenciana saltaba insistentemente sobre él, pero sus compañeros eran incapaces de aprovechar las ventajas que le concedía la presencia en cancha del escolta malagueño. Los visitantes, con mejor organización ofensiva, tomaron el mando y Katsikaris optó por mandar al banquillo a un quinteto que, bajo la dirección de Fernández, no sacaba partido del juego colectivo. Como Ponsarnau seguía dando descansos como podía a sus hombres importantes, en el arranque del último cuarto, otra vez con Fernández al timón y con acciones brillantes de Guerrero, los locales volvieron a tomar la iniciativa en el juego y el marcador, pero en la recta final del partido el equipo malagueño perdió la iniciativa. El Valencia, otra vez con sus mejores jugadores en cancha, golpeaba una y otra vez con admirable certeza, frente a la defensa local que llegaba siempre tarde y ya no era la de la primera mitad. Fue una victoria visitante en la que los tiros libres tuvieron mucho que ver.
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