Ciclo histórico

El partido comenzó con mucho respeto entre ambos. El Real Madrid dominó el rebote ofensivo en el primer cuarto, pero su juego pausado y sus bajos porcentajes de tiro contrastaban con la mayor fluidez ofensiva del Unicaja, que empezaba a aprovechar las continuaciones abiertas de Kravish y el acierto exterior. La gran defensa de los malagueños obligó a los blancos a agotar varias posesiones sin anotar.

En el segundo cuarto, el Unicaja imprimió más ritmo con Taylor y Kravish como protagonistas. Perry, mucho más acertado desde el triple, amplió la ventaja malagueña. El Madrid, con Ibaka y González liderando el ataque, intentaba imponer su juego interior y cargaba de faltas a los pívots de Unicaja. Sin embargo, las 11 pérdidas madridistas equilibraron la superioridad en el rebote. Al descanso, el Unicaja se fue con mejores sensaciones.

El tercer cuarto fue de nuevo el punto de inflexión. El Unicaja mantuvo su estrategia de posesiones cortas, con Kalinoski y Taylor castigando desde el triple. Kravish continuó aprovechando su tiro exterior frente a Tavares abriendo el campo, y los malagueños alcanzaron su máxima ventaja (+12), obligando a Chus Mateo a pedir tiempo muerto. A pesar de los intentos del Madrid por acelerar el ritmo, el Unicaja dominó el juego.

En el último cuarto, el Real Madrid intentó reaccionar con Campazzo y Feliz juntos penalizado por haber jugado más pensando en cómo parar a Unicaja que en desarrollar su propio juego, pero el equipo malagueño mantuvo el control. Kravish sumó su quinto triple, y Perry lideró el tramo final con autoridad como merecido MVP de un equipo donde lo que más destaca es el trabajo colectivo. El Unicaja no dio opción y logró el título en un ciclo histórico.