Pocos encuentros en las últimas temporadas se han presentado con más morbo que el que mañana disputan en el Carpena el Unicaja y el Casademont Zaragoza (20.45 horas, Movistar Plus). La explicación está en el regreso de Luis Casimiro a Málaga como ... técnico del conjunto maño sólo tres meses después de haber sido destituido como entrenador del conjunto malagueño. Se trata de un caso único en la historia del Unicaja, que, además, tiene un peligroso condicionante, pues Casimiro conoce a la perfección buena parte de los planteamientos tácticos de su exequipo, independientemente de que Fotis Katisikaris haya introducido nuevos conceptos desde su llegada. Nunca antes un técnico cesado en Málaga se midió al Unicaja con otro equipo en la misma temporada.
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Este 'reencuentro' Unicaja-Casimiro tiene un carácter único, pero la historia del club malagueño ha tenido otras situaciones muy curiosas desde su fundación. Lo llamativo es que es el propio Casimiro el que protagoniza el caso más parecido al actual. El manchego comenzó la temporada 2011-2012 como entrenador del Blancos de Rueda Valladolid con el que visitó Málaga en la sexta jornada de Liga. Fue destituido en enero y en Marzo el Unicaja lo eligió como recambio de Chus Mateo después de una terrible racha de derrotas.
Precisamente Mateo, ahora entrenador ayudante en el Real Madrid, protagonizó la misma situación cuando en enero de 2011 llegó del Fuenlabrada para sustituir a Aíto García Reneses. Mateo y Casimiro son los únicos entrenadores que han dirigido y se han enfrentado al Unicaja en una misma temporada.
La historia también deja otras situaciones curiosas. En una de ellas el protagonista es Arturo Ortega, uno de los representantes de jugadores (Alberto Díaz) más importantes del baloncesto español. En diciembre de 1985, Ortega fue cesado en el Magia Huesca, que militaba en la Liga ACB, para poco después incorporarse al entonces al Caja Ronda, que estaba en Primera B, sustituyendo en la dirección del equipo a Alfonso Queipo de Llano, que a su vez había sustituido a José María Martín Urbano.
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Esto mismo fue lo que sucedió algunos años antes, en la temporada 1982-1983, cuando Ramón Guardiola renunció al puesto de entrenador por un problema cardiaco. En lugar de dejar el club propuso ser director técnico para seguir cerca equipo, pero sin dirigir entrenamientos ni sentarse en el banquillo en los partidos. José María Martín Urbano ejercía de primer entrenador de forma interina, pero asesorado por Guardiola. Finalmente el club fichó a Moncho Monsalve.
Por último, en la temporada 2003-2004, Sergio Scariolo comenzó la temporada como entrenador del Virtus Bolonia, pero dejó el club antes de empezar la temporada. El italiano fue el elegido para reemplazar a Chechu Mulero, sustituto temporal de Paco Alonso, que renunció al puesto. Todas estas son situaciones muy particulares, pero ninguna como la que ahora protagoniza Casimiro.
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