Cuando Luis Casimiro llegó por primera vez al Unicaja, en 2012, el técnico manchego se encontró con un equipo roto, inmerso en una espiral de derrotas y además con un incendio en el vestuario. La relación entre los bases de aquel equipo, Valters y ... Rowland, era entre mala y muy mala y aquello estaba afectando al resto de sus compañeros. Al veterano entrenador no le tembló el pulso para apartar a Valters del equipo y, poco después, tampoco para dejar sin jugar a Rowland. El timón del equipo se lo dio a Berni Rodríguez y un joven Alberto Díaz, que dieron un paso adelante.
Sirva este episodio para recordar que el preparador de Villamayor de Calatrava no tiene problemas a la hora de tomar decisiones más o menos drásticas. Por suerte, la situación actual del Unicaja no tiene mucho que ver con la relatada. Lo de Casimiro y Carlos Suárez aún no llega a incendio y todos deseamos que no alcance ese extremo.
Desde fuera, llama muchísimo la atención que Suárez no esté jugando apenas esta temporada. Partimos de la base de que Casimiro no va a tirar piedras contra su tejado y de que no sabemos ni lo que pasa en el vestuario ni el planteamiento del cuerpo técnico. Ellos toman las decisiones y sus razones de peso seguro que tendrán. Pero claro, Suárez es el capitán del equipo, el jugador con mejor palmarés de la plantilla y además un hombre que suma en facetas que precisamente el Unicaja está echando en falta: rebote, defensa interior y, en líneas generales, consistencia. El entrenador ha decidido no hablar del asunto Suárez y solo acertó a decir en su día que no jugaba por «decisión técnica». Hasta ahora los '4' del equipo han sido Abromaitis y Thompson, que en principio iba a jugar esta temporada de '5' y que tampoco es que brille por su regularidad. ¿Hay motivos deportivos para que Suárez juegue menos? Seguro que sí. Pero, ¿para que no juegue o lo haga apenas un par de minutos? Yo creo que no, salvo que haya alguna cuestión extradeportiva que desconocemos. El actual entrenador del Unicaja suele repartir los minutos entre sus los jugadores para que todos entren dinámica, pero no lo está haciendo con Suárez. Como no sabemos lo que realmente pasa, tampoco podemos hacer un juicio de valor tajante. Pero sí tengo clara una cosa: en una temporada con muchos frentes abiertos, en plena pandemia, con problemas de lesiones en la plantilla, sin público en el Carpena y con el entrenador en el punto de mira prácticamente desde que empezó la temporada, lo último que necesita el Unicaja es que haya un 'caso Suárez' y la situación se encone. A ver si este paréntesis en la competición aporta algo de tranquilidad.
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