Un Unicaja sin rumbo ni alma también pierde en Zaragoza (93-82)

El consejo de administración del club contaba con una derrota, pero no de la forma en la que se produjo, pues, a pesar del 'maquillaje' final, el equipo llegó a ir perdiendo por 24. Ahora está por ver qué decisión se toma respecto al futuro del entrenador griego. La imagen mostrada lamentable.

La puesta en escena del Unicaja estuvo marcada por las buenas intenciones: buena actitud defensiva, control del rebote, balones interiores, sin abusar del triple... El problema es que fue incapaz de mantener estos argumentos más allá del primer cuarto. Para empezar, el cuadro cajista no supo contener la polivalencia de Deon Thompson, que primero superó a Guerrero y más tarde a Kravic. Aunque el 10-9 después de los primeros cinco minutos indicaba un partido igualado, ya se veían síntomas preocupantes, como las continuas penetraciones de los exteriores locales ganando cada uno contra uno, la mejor circulación del Zaragoza y un exceso de pérdidas del Unicaja. El resultado fue un preocupante 26-21 después de los primeros cinco minutos.

Por desgracia, la tendencia del partido se fue acentuando. El Casademont explotó su superioridad en el rebote y a un Deon Thompson notablemente motivado ante su exequipo. La renta local no paraba de crecer porque los de Ponsarnau movían bien el balón y castigaban todas las debilidades del Unicaja. Además de los cinco triples del segundo cuarto, se vieron muchas penetraciones fáciles después de ganar los duelos individuales, aunque lo peor fue la sangría en el rebote, con sólo 8 rechaces para el Unicaja por 21 de su rival, 12 de ellos ofensivos. Ya no quedaba ni rastro del rigor de los primeros minutos y el equipo malagueño fue arrollado en los últimos minutos de la primera parte. Sólo Alberto Díaz, con 13 puntos sin fallo, se salvaba de la quema, pero un solo jugador no gana partidos. El Zaragoza, que promedia 76 puntos por partido, le hizo 53 al Unicaja en dos cuartos.

El equipo malagueño estaba obligado a reaccionar, pero lo hizo de forma tímida. Mejoró en el rebote ofensivo y los triples de Brizuela ayudaron a que la renta local no se disparase. Sin embargo, el Unicaja carece de consistencia y volvió a hundirse. Hubo una jugada que reflejó lo que es este equipo. Saque de fondo debajo de la canasta del Zaragoza, un mal pase que casi acaba en campo atrás, el Zaragoza recupera el balón y Waczynski anota un triple... (72-55). ¿Recuerdan el promedio anotador del Zaragoza? Pues le sobró el último cuarto para superarlo, pues un triple sobre la bocina del alero polaco hizo el 79-60 para sentenciar, con diez minutos por delante, el partido. No había nada que hacer viendo lo que estaba haciendo el equipo malagueño, que todavía afeó más su imagen en el último cuarto