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Jayson Granger fichó el pasado verano por el Peñarol de Montevideo para jugar por primera vez a nivel profesional en su país. En la recta final de su carrera, el exjugador del Unicaja quería darse el gusto de poder disfrutar del baloncesto Uruguay, pero la ... experiencia se está convirtiendo en una pesadilla.
Granger, que hace una semana protagonizó un incidente durante un partido de Play-off con un jugador de Aguada, Santiago Pepo Vidal, al que le hizo un gesto amenazándolo de muerte, hizo público un comunicado después del cuarto encuentro de la eliminatoria en la que el pabellón entero profirió insultos racistas contra él. En un vídeo que circula por las redes sociales se puede ver y oír perfectamente como toda la afición de Aguada le grita «Negro cagón». El exjugador del Unicaja, Estudiantes, Efes, Baskonia y Reyer Venezia, entre otros equipos, se mostró sobrepasado por lo que calificó como la peor experiencia de su vida. El base aclaró que el mencionado incidente estuvo originado precisamente por los insultos racistas de Vidal.
Como en su momento dije que los gestos de Granger estuvieron mal, esto que pasó ayer en Aguada también está muy mal. Un cántico total de la tribuna a Granger con “negro cagon”.
— jorge parietti (@jorgeparietti) June 15, 2024
Tampoco puede pasar. pic.twitter.com/kqJi5yXw83
El comunicado hecho público por Jayson Granger después del cuarto partido es el siguiente:
«Por el bien de la competición y como así se me asesoró, he guardado silencio hasta ahora sobre lo que pasó el día de mi incidente con el compañero Vidal. Pero después de lo que pasó ayer en el partido, una vez más vuelvo a sufrir el racismo y el odio gratuito de una cancha llena en un espectáculo deportivo y me veo obligado a hablar. 'Negro cagón' a voz en grito de todo un estadio, más otros insultos racistas de todo tipo son los que anoche sufrí de nuevo, en Uruguay, al intentar salir a jugar al básquetbol. Esto al parecer acá se tolera y se ha llegado a naturalizar de tal punto que no se le da la mínima importancia, cuando en casi cualquier otra parte del mundo se tomarían medidas al respecto inmediatamente. Acá nadie hace nada. Se mira para otro lado. Está claro que mis gestos del otro día no fueron los adecuados y por ello pedí perdón dos veces, pero vienen por algo: por cúmulo de racismo y odio al que me he visto sometido en ciertas canchas como la de ayer, de forma reiterada e injusta. Racismo que, lamentablemente, viene también de boca del propio jugador rival, como así me sucedió. Escuchando de su boca repetidamente expresiones como: 'sos mío mono' y 'negro cagón'. Algo que suelo transmitir a la terna arbitral, pero de los que únicamente recibo sonrisas irónicas y comentarios como: 'no lo oí' o 'no pasa nada, seguí jugando'. También lo transmití al Juez y a la Federación, pero al parecer no lo consideraron de importancia, comprarado con mis acciones y mis gestos. y al final, resulté yo, y solo yo, irónicamente, el culpable de toda esta situación de la que en el fondo soy víctima. Me siento profundamente triste y desprotegido de ver a niños espectadores junto a sus padres en mi propio país llamando a alguien 'negro esclavo'. Me siento triste también por cómo he llegado a actuar, ya que no me reconozco y me siento más triste aún de no poder llevar a mis hijos a un espectáculo deportivo familiar y tranquilo donde ver a su padre jugar como siempre han hecho. En 18 años de profesional, jamás me expulsaron de un partido ni tuve problema con ningún rival hasta llegar a mi propio país y eso me duele. Por algo pasa y no se puede mirar para otro lado. Es preocupante y vergonzoso. Ni árbitros, ni Federación, ni políticos, ni prensa, ni jueces... algo se está haciendo mal en este país y tiene que cambiar».
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