El cambio radical que vive Jaime Fernández

El Unicaja tenía hasta hace unas semanas al mejor jugador de la Liga Endesa, y lo sigue teniendo, aunque sus números se han desplomado. Jaime Fernández comenzó la temporada como un tiro. Firmó los mejores registros de su carrera y lideró las clasificaciones de la ACB en varios apartados del juego: tanto en valoración como en puntos. Era el escenario soñado después de dejar atrás dos operaciones muy complejas en los talones. Sin embargo, algo ha cambiado.

En las últimas semanas su rendimiento se ha desplomado. Quizá la explicación más lógica ha sido la decisión de Fotis Katsikaris de tratar de recuperar a Darío Brizuela para la causa. El jugador vasco sufrió dos lesiones nada más comenzar la temporada y era preciso que recuperase su pulso habitual. El técnico griego le ha ido haciendo hueco poco a poco, ¿en detrimento de Fernández?

Puede que sí y puede que no. El minutaje en la plantilla indica que Cole y Brizuela forman la pareja exterior preferida por Katsikaris, titulares siempre que el vasco estuvo sano. En el último encuentro ante el Baskonia sumaron 60 minutos en la pista. Por el camino, Alberto Díaz ha sido otro de los damnificados, además del malagueño Francis Alonso, que estaba ahí a pico y pala jugando de alero reconvertido también en especialista defensivo.

La raíz del problema es la misma. El Unicaja tiene a muchos jugadores parecidos, algo que tampoco se corrigió en verano. Se intentó con Barreiro, pero el gallego está jugando más de cuatro que de tres... Se fichó un base de un perfil distinto, como Marco Spissu, que luego no superó el reconocimiento médico y su recambio fue Cole, un calco de Brizuela... Lo único cierto a día de hoy es que Jaime Fernández no es el jugador decisivo de hace unas semanas. La apuesta de Katsikaris podría ser válida, pero no se sustenta porque el equipo no gana partidos.