El calendario del Unicaja es un galimatías

Con Europa y el resto del mundo sumidos en la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, el baloncesto está dispuesto a seguir adelante y completar los grandes torneos que quedan pendientes. El miércoles la Euroliga se reafirmó en su postura de acabar la competición, al igual que la Eurocup y de la misma manera que hicieron la Liga ACB y la FIBA. Así que en el momento que las autoridades sanitarias lo permitan, los aficionados van a asistir a un carrusel de partidos como nunca antes se ha visto.

El problema es que las cuentas no cuadran. Las previsiones más optimistas señalan el mes de mayo para reanudar las competiciones y extenderlas hasta el 30 de junio. Parece que hay tiempo suficiente, pero el calendario es un galimatías total con 67 partidos entre Euroliga, Eurocup, Champions League y Liga ACB. O alguien cede o no será viable completar las competiciones con los formatos ahora vigentes si no se buscan alternativas para acortarlos.

En la Liga ACB quedan 24 partidos contabilizando el 'play-off'. En la Eurocup, en la que compite el Unicaja, faltarían por jugar tres eliminatorias al mejor de tres encuentros; es decir, que pueden ser nueve partidos. En la Euroliga (Madrid, Barcelona, Valencia y Baskonia), 14 choques contando todas las fases y, por último, 18 partidos más en la Champions League (Tenerife, Zaragoza y Burgos). Hay que contemplar también que la mitad de esos encuentros llevan aparejados sus correspondientes viajes por España y Europa, por lo que todo se complica muchísimo más.

Si todas las organizaciones que controlan el baloncesto europeo están decididas a seguir adelante con sus torneos, lo lógico sería llegar a un entendimiento en la medida de lo posible para confeccionar un calendario viable. El problema es que todas mantienen importantes diferencias entre sí, y, de momento, no se ha producido acercamiento alguno. El aplazamiento de los Juegos de Tokio a 2021 da cierto margen, pues es previsible que los torneos preolímpicos en los que participan importantes selecciones europeas, quedarán aplazados también. Estaba previsto que comenzasen el 23 de junio.

Tampoco hay que perder de vista que no habrá pretemporada y que los jugadores, que llevarán más de un mes parados, estarán sin forma y ante un carrusel de partidos como nunca antes imaginaron. Por ejemplo, en la Liga ACB la idea es jugar tres veces por semana, y ahí no hay hueco para partidos europeos... La clave es comprimir los torneos para evitar este galimatías de calendario.