¿Por qué Brizuela parece mejor con la Selección?

Los seguidores del Unicaja, además, siguen con atención e incluso con orgullo el papel de Alberto Díaz y Darío Brizuela. El primero está en boca de todos por su explosión en el escaparete internacional gracias a sus continuos esfuerzos defensivos, algo, que como ya se explicó hace unos días en estas mismas páginas, no es ni más ni menos lo mismo que ha estado haciendo en el Unicaja durante los últimos años.

Sería injusto no reconocer el buen Eurobasket también de Brizuela. Su caso es distinto, porque sus actuaciones con España han provocado que muchos se pregunten por qué no juega así en el Unicaja. El Brizuela de la selección parece un jugador distinto al que se ha visto desde que llegó a Málaga en la Navidad de 2019.

Es evidente que las responsabilidades sobre la pista son distintas, pero lo que agudiza esta sensación es el estilo de juego de España y el planteamiento táctico que Sergio Scariolo tiene para él. Es decir, cómo lo utiliza.

En las dos últimas campañas, Brizuela ha generado amplios debates entre los aficionados cajistas. En Málaga se ha visto un jugador que acapara mucho el juego y que asume gran cantidad de posesiones y de lanzamientos. Su talento es incuestionable y esto le ha llevado a firmar grandes partidos. Sin embargo, pese a sus buenos números, parece que el impacto en el equipo no era bueno. También conviene apuntar que la dinámica del Unicaja en estas dos e incluso tres últimas temporadas ha sido pésima y esto no ha ayudado al desarrollo de ningún jugador.

Con la selección, sin embargo, Brizuela es otro. Es un jugador con un papel más de 'ejecución' o, si lo quieren, cuya función es culminar. No tiene tanto el balón en las manos, responsabilidades reservadas a Lorenzo Brown o incluso Alberto Díaz. El planteamiento de Scariolo también ha exigido al vasco dar un paso más en defensa y este ha respondido. En cualquier caso, el técnico también ha celebrado esa «locura controlada» de Darío Brizuela.

Esa 'transformación', llámenlo así si quieren, llama mucho la atención, aunque el jugador desempeña las funciones que los técnicos le encomiendan. Siendo un hombre capaz de producir una gran cantidad de puntos, tanto Casimiro como Katsikaris e incluso Ibon Navarro acabaron entregándose a ese don ofensivo del vasco, quizá por las dinámicas negativas de las últimas campañas y la necesidad que había de ganar partidos. Intentó el actual entrenador seguir esta línea que se ve en la selección de encauzar a Brizuela hacia un jugador más pausado, pero la deriva del equipo lo llevó a explotar esa vertiente anotadora sí o sí. También es cierto que desde que Brizuela llegó a Málaga, el equipo ha tenido serios problemas en la dirección, también por las lesiones, lo que en algunos momentos le obligó a jugar de base.

Incluso desde la dirección deportiva se han hecho movimientos en la construcción del actual equipo para que no exista tanta dependencia de los puntos del genial jugador vasco. Las llegadas de hombres como Kendrick Perry, que podría haber jugado de escolta en función de lo que ofreciese el mercado (Fitipaldo) en verano, Tyson Carter e incluso Kalinoski han ido encaminadas a tapar, pero también exigirle un esfuerzo más a Brizuela en todos los sentidos.

Al margen de lo que pase con España en el Eurobasket, la sensación es que Brizuela ha dado un paso adelante en esa maduración como jugador de élite y que se consolida como uno de los pilares de la selección del futuro. Será interesante ver cuál es su rol en el Unicaja y de cómo el equipo se beneficia de su enorme talento.