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Darío Brizuela, el héroe del Unicaja y autor de la canasta ganadora ante el Obradoiro, explicó así la acción que decidió el encuentro a favor de su equipo. El vasco lanzó a canasta casi con el tiempo cumplido desde seis metros y deshizo el empate a 83 que llevaba el choque a la prórroga.
«Nos dibujó Fotis una jugada para que yo quedara solo en el centro y poder jugarme el uno contra uno, es un sitio en el que me siento bastante cómodo. Podía haber entrado o no. Estábamos con la preocupación de que si entrábamos en prórroga con la buena dinámica en la que estaban ellos íbamos a estar en problemas. Pero el balón entró por suerte y nada, estamos muy contentos», dijo el jugador vasco.
Brizuela volvió a jugar casi un mes después de su último partido. En el choque ante el Estudiantes sufrió una fuerte torcedura de tobillo que le generó un edema óseo. Una vez recuperado, el vasco demostró que no había perdido el punto de forma.
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