La necesidad impera en Vitoria

Aunque parezca exagerado decirlo, el duelo de hoy tiene una carga dramática elevada. Estamos a comienzos de noviembre, pero quien pierda va a empezar a tener que sobrellevar un peso añadido. El Unicaja podría quedar muy hipotecado cara a clasificarse para la Copa del Rey, su primer objetivo del curso, si se llega al temido 3-6 (al Baskonia, futuro anfitrión, no le afecta). A ocho jornadas vista del corte, necesitaría ganar cinco o seis de los partidos, lo que no parece nada sencillo, máxime con una visita pendiente al Real Madrid.

Aunque el cuadro malagueño está impoluto en la Champions (el mejor equipo al ecuador de la primera fase) resulta engañoso, máxime cuando su concurso en la Liga Endesa lo devuelve a la realidad cada fin de semana. En especial sigue llamando la atención los minutos que necesita en cada partido para comenzar a carburar, concediendo ventajas iniciales a sus rivales, y el duelo de hoy en Vitoria no es ni mucho menos para escatimar energía.

Pese a su arranque fallido, con una plantilla muy remodelada, cualquiera puede ser la fecha señalada para la reacción de este Bitci (un patrocinio de una empresa turca de criptomonedas) Baskonia. Antes o después ha de pesar el talento de los Granger (9,8 puntos, 4,9 asistencias), Baldwin (unos discretos 10,3 puntos y 2,4 asistencias), Giedraitis (el líder, con 13,4 puntos, 5 rebotes y 16,7 valoración) o Fontecchio (8,3), en una rotación con pívots menos altos (Costello, Enoch y Nnoko) e inexpertos en algunos casos. Además, debutará el base Lamar Peters, que ya fue presentado hace unas horas. El Unicaja ganó en Vitoria (70-79) en su última visita en este clásico claramente venido a menos.