Un base y un pívot, los siguientes objetivos del Unicaja

Como se informó días atrás, la oportunidad que supuso poder fichar a alero gallero cambió los planes de la dirección deportiva que encabeza Manolo Rubia y del técnico Fotis Katsikaris. En un primer momento se consideraba esencial incorporar a un base de un perfil más físico. De ahí la oferta a Darius Thompson, que acabó aceptando una propuesta muy superior del Lokomotiv Kuban, con el que disputará la Eurocup. El no de Thompson y la aparición en escena de Barreiro hizo que se centrasen los esfuerzos y también parte del dinero disponible en contratar al exjugador del Zaragoza.

Ahora el Unicaja vuelve a la casilla de salida y se quiere atar cuanto antes a un base que acompañe a Alberto Díaz y Jaime Fernández. La polivalencia de este último para jugar también como escolta invita a contar con un jugador más en esta posición. No conviene perder de vista los problemas de lesiones que ha tenido Alberto Díaz en los últimos años. El propio Gal Mekel, que no seguirá en la plantilla, sólo jugó 12 partidos esta temporada. Los problemas en la dirección han sido continuados y graves, tanto es así que el club tuvo que fichar a Frankie Ferrari por dos meses. Está por ver el perfil de jugador. Con Darius Thompson se intentó fichar a un base con cierta capacidad física. El mercado en esta posición reducido este verano.

El siguiente paso será la contratación de un pívot que complete la rotación interior, quizá lo que se denomina un 'cuatro y medio'. También ahí se intentó con Pustovyi, que daba un perfil distinto al de un jugador atlético y que juegue por encima del aro. Hay muchas alternativas.

Las distintas agencias de representación indican que estas son las demandas del Unicaja. Llama la atención que ahora no se busque un jugador atlético para el perímetro capaz de defender a hombres más bajos (bases y escoltas); un especialista defensivo, que al comienzo del verano era una de las grandes demandas de Fotis Katsikaris. La temporada pasada, la coincidencia de Díaz, Fernández, Brizuela y Alonso, pues Mekel estuvo siempre lesionado, hizo que el equipo echase en falta a un jugador más atlético. Ahí sufrió mucho el Unicaja. Seguramente Barreiro elevará las prestaciones defensivas y de rebote del equipo, pero no es un especialista como en su día lo fue Dragan Milosavljevic, por ejemplo.

A pesar de todo esto, conviene recordar que el Unicaja tiene a casi todos sus jugadores con contrato en el mercado, en especial a Abromaitis y Bouteille, cuyas salidas están en punto muerto a día de hoy. Quizá la desvinculación de alguno de estos dejaría la opción para fichar a un tercer jugador, ese especialista con el que ahora parece que se duda, pero que no hay en la plantilla.