Díaz es felicitado por Malcolm Thomas durante el partido ante el Estudiantes. ÑITO SALAS

Un base y un pívot, las prioridades del Unicaja

Se considera clave reforzar estas dos posiciones tras los problemas vividos en las últimas temporadas

Miércoles, 2 de junio 2021, 00:18

El Unicaja parece que tiene claro por dónde empezar la reconstrucción de su plantilla. Según apuntaron distintas agencias de representación, el club cajista se ... ha puesto como objetivos las contrataciones de un base y un pívot para dar solidez al grupo de jugadores que tienen contrato para la próxima temporada. No es una casualidad, porque son los puestos en los que más problemas ha habido tanto en la actual temporada como en la pasada.

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Los perfiles que busca el club y demanda Katsikaris son muy concretos. Para la dirección, la idea es incorporar a un director de juego de unas características parecidas a las de Mekel, es decir, con gran capacidad de dirección, que interprete bien las acciones de bloqueo y continuación, pero, si puede ser, con más puntos. Ya se han recibido ofrecimientos, algunos interesantes, pero no se quiere errar el tiro, pues es un puesto vital.

Esta campaña el Unicaja ha sufrido mucho ahí. Comenzó la temporada con Jaime Fernández saliendo de la intervención en los talones, luego se lesionó Alberto Díaz, Mekel encadenó un problema con otro para jugar sólo doce partidos. Los parches fueron continuos. Brizuela y Alonso tuvieron que jugar de bases y se tuvo que fichar a Frankie Ferrari en Navidad, que no fue nunca una solución. No se le renovó el contrato porque, entre otras cosas, Mekel parecía que superaba sus lesiones, pero volvió a caer. Así que el equipo acabó con más problemas, porque Alberto Díaz ha jugado lesionado en la rodilla los dos últimos meses.

La polivalencia, pero también las parecidas características de la línea exterior permitieron salvar los problemas en la dirección, pero donde no hubo remedio es en el puesto de cinco. La irrupción de Nzosa cubrió el gran déficit del Unicaja, pero el chaval de 17 años no es la solución. El Unicaja comenzó la temporada con Thompson, Gerun y Guerrero como trío interior. El primero jugó a disgusto de cinco, el segundo no dio nunca el nivel y esto dejó al marbellí como pívot titular de la noche a la mañana.

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Los rivales castigaron de forma sistemática esta debilidad interior descaradamente. Si se repasan los partidos se verán los grandes números de los pívots rivales jornada tras jornada. Ha sido un suplicio. La llegada de Katsikaris hizo que el club viese la realidad. Se prescindió de Gerun, se contrató a Malcolm Thomas, que tampoco ha sido de una gran ayuda, se dio protagonismo a Nzosa y Guerrero volvió a último lugar de la rotación.

Por lo apuntado por diferentes agentes, el Unicaja ha preguntado por jugadores de un perfil concreto, de gran actividad física y reboteadora, pero que también sean una referencia interior que se fabrique sus propias canastas. La ausencia de un jugador de este estilo provocó un efecto directo sobre la línea exterior, pues los rivales se olvidaban de los pívots del Unicaja para centrar su defensa en los jugadores del perímetro.

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El Unicaja dispone de una plaza de extracomunitario, pues tiene una ocupada con Abromaitis. Esto condiciona, aunque no en exceso por la gran cantidad de jugadores estadounidenses con pasaporte cotonú o comunitario que hay hoy en día en el baloncesto europeo.

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