Barreiro: «Hay que ser sincero: este año no hemos cumplido con las expectativas»

-Aunque quedan unos pocos encuentros aún y está por atar el objetivo de alcanzar al menos la décima plaza, ¿qué balance haría de la campaña?

-Está a la vista de todos. Si se miran los resultados y la clasificación no ha sido una temporada buena para un club tan histórico como el Unicaja, por nombre y afición.

-Las opciones de salvar todavía algún mueble acabando décimo tampoco está sencillo...

-Si echamos un vistazo a los partidos que se juegan cada fin de semana se puede ver que la Liga Endesa cada año es más competitiva y los de abajo pueden ganar a los de arriba. Nos quedan cuatro partidos, que han de ser cuatro finales y hay que pelearlos. Entregar en la pista todo lo que esté de nuestra parte para alcanzar ese puesto, porque es muy importante para la próxima temporada el jugar competición europea.

-Es indudable esa competitividad de que habla en la Liga Endesa. La zona media se ha diluido y la pelea por evitar el descenso afecta cada vez a un mayor número de equipos...

-Hace muchos años Real Madrid, Barça y Baskonia solían ganar con marcadores abultados, pero ahora los clubes se refuerzan más y mejor y eso es lo bonito. Cualquiera te puede sorprender y hay que estar preparado para ganar cada partido.

-¿Qué siente un profesional jugando un partido en el que el equipo falla sus primeros 18 tiros a canasta, como sucedió en Manresa? ¿Le había pasado algo así alguna vez?

-Hay que ser fuerte mentalmente. Son situaciones que hay que evitar a toda costa. En cuestión de concentración tenemos que salir a los partidos al cien por cien. Luego, el que no entre la pelota es cuestión que puede deberse a diversas circunstancias, pero hay que estar fuertes para poder revertirlo y meterse en el partido. Y tampoco era fácil ante un equipo que juega tan bien en su pista como el Manresa.

-Ha sido la campaña de la vuelta del público a los pabellones, de forma progresiva, ¿pero se imaginaba una temporada tan complicada para usted y para el equipo?

-No se puede decir que se espera una temporada así cuando hablamos de un club como el Unicaja, que siempre tiene que aspirar a todo, como era haber estado en la Final Four de Bilbao de la Champions, en la Copa y en el 'play-off' de la ACB. Si no hemos estado en nada de eso no se puede decir que haya sido un buen año. Los máximos responsables somos nosotros, los jugadores.

-En el plano personal sí se le ha visto una mejora y más continuidad en su rendimiento ajustado al rol de alero con Ibon Navarro...

-Creo que cada vez me estoy sintiendo con más confianza en el equipo, pero siempre intento dar cosas como la entrega, intentar transmitir al compañero y a la gente el esfuerzo e intentar ganar en cada partido. He vivido un proceso. Inicialmente no me salían las cosas, pero he seguido trabajando como ahora. Hay que seguir ayudando al equipo en estos cuatro partidos que nos quedan, que son muy importantes y en los que vamos a necesitar dar el máximo cada jugador, anteponiendo el equipo a lo individual.

-El técnico siempre insiste en que prioriza su faceta defensiva, y que luego ya lo que pueda venir en ataque...

-Al final, todo jugador quiere estar en pista, y al final para eso necesitas cumplir con lo que el entrenador te pide. Ibon Navarro siempre me dio buenos consejos y hay que cumplirlos a rajatabla, porque eso es lo que ayudará al equipo a ganar.

-Ya lo conoció en la selección sub-19 o sub-20...

-Y desde entonces hicimos una buena amistad. Siempre que jugaba contra él hablábamos y estoy contento de que esté aquí en Málaga.

-Tiene un año más de contrato con el Unicaja. Ante un escenario de muchos cambios en la plantilla que se intuyen este verano, ¿hay alguna expectativa diferente a no cumplir lo pactado?

-No, espero cumplir ese año que me queda, aunque estas cosas no dependen de mí.

-¿Qué Baskonia espera para el sábado?

-En el último partido superaron en casa al Manresa, y se ve que es un conjunto sólido, bien trabajado, con jugadores muy polivalentes, con lo que va a ser un partido muy físico. Tenemos ganas de que aquí en el pabellón la gente se sienta orgullosa de nosotros, de demostrar que somos capaces de ganar a un gran equipo y dar un buen rendimiento colectivamente.

-¿Qué le diría al aficionado para transmitirle confianza en estos meses tan duros?

-Serle sincero ante todo. Este año no hemos cumplido con las expectativas y en muchos partidos no nos merecíamos que la afición estuviera ahí y siempre ha estado ahí, apoyándonos en los malos momentos. La expresión que describe nuestra relación con ellos ahora es la de estar en deuda. Desde el primer día que llegué aquí me ha apoyado y me han defendido siempre. Está en mi mano seguir trabajando para devolverles lo que me han dado.

–¿Cómo se llega de una localidad pequeña como Cerceda a la cantera del Real Madrid en un deporte que no es el más practicado en el país?

-Empecé a jugar al baloncesto básicamente porque era un chico alto en el colegio en Cerceda. Vieron que podía tener alguna posibilidad, y lo empecé como 'hobby'. Me lo pasaba bien con mis compañeros. El presidente del Basket Xiria (club coruñés) me ofreció ir a probar con ellos, entrenarme un día, y poco a poco me fui enganchando.

-El resto de su progresión es poco menos que conocida...

-Sí, pasé luego al Sant-Yago y al Artai. Los compaginaba en el cadete y la Liga júnior, y a los 16 años fue cuando me ficharon en el Real Madrid, para el cadete de segundo año. Estuve tres temporadas allí (antes de recalar en Zaragoza, paso previo a Málaga).

– ¿Qué tipo de música oye?

-Aquí en el vestuario ponemos música más activa, antes de salir a los partidos o a los entrenos, pero en casa me gusta oír una más relajante, de los ochenta. Voy variando un poco el género.

-¿Sigue muy vinculado a Cerceda o poco ya?

-Sí, toda mi familia, incluidos mis padres, son de allí, aunque sólo puedo ir en verano.

-¿Cuál es el plato que más le gusta que le preparen de vuelta a casa?

-Se echa mucho de menos cualquier cosa que me preparen, pero sobre todo, como buen gallego, soy de pulpo y tortilla de patatas.

-¿Cuál es su lugar favorito de Málaga?

-Calle Larios u otros rincones del Centro.

-Con tres o cuatro partidos de competición coincidiendo en fechas, ¿le ha dado tiempo a ver algún trono de Semana Santa?

-Cierto. Nos ha coincidido casi todo, pero me hubiera gustado estar por el Centro, para ver cómo se vive en la ciudad. Habrá otra oportunidad el año que viene.

-¿Entiende que haya una guerra en el año 2021 en una zona del mundo desarrollado, en Ucrania?

-Duele mucho ver a compañeros que son de allí. Ya me enfrenté con la selección hace poco a Ucrania y vimos sus lágrimas en los ojos. Fue muy duro. Les transmito todo el apoyo posible. Quién nos hubiera dicho hace cinco años que íbamos a estar viviendo el Covid y una guerra en Ucrania. Era impensable. Ojalá se llegue a la paz lo antes posible.plpl