Se habla de baloncesto moderno desde el día siguiente que James Naismith, un profesor canadiense de Educación Física, inventó este juego en 1891 en la YMCA de Springfield, en Massachusetts (Estados Unidos). Luego, se expandió por el mundo entero a la velocidad del rayo hasta ... nuestros días, evolucionando a pasos agigantados, posiblemente más que otros deportes, gracias principalmente a la transformación de los jugadores y a que siempre ha estado abierto a fusionarse con las nuevas tecnologías y a aprovechar los avances médicos, físicos, psicológicos, nutricionales y del descanso aplicadas al deportista, al juego y a su propias herramientas más elementales, como, por ejemplo, las zapatillas.

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Desde el desarrollo del 'scouting' y las estrategias tácticas innovadoras hasta el análisis de estadísticas avanzadas y el perfeccionamiento técnico, el baloncesto se ha transformado en un deporte más sofisticado. Sin embargo, a pesar de todas estas novedades, los valores eternos y atemporales del juego siguen siendo actuales y absolutamente fundamentales.

El progreso técnico y físico de los jugadores ha alcanzado niveles extraordinarios; el crecimiento en la formación y profesionalización de los entrenadores y equipos de asistentes que desempeñan un papel vital; el desarrollo de las nuevas metodologías de trabajo y la implementación de ideas vanguardistas, estrategias y tácticas en el juego; el análisis exhaustivo de los oponentes que requieren un enfoque colaborativo, analizando fortalezas y flaquezas para encontrar puntos débiles que puedan ser explotados; los avances tecnológicos en la recopilación, análisis de datos fisiológicos y médicos en la prevención de las lesiones mejorando la atención de los jugadores brindando un tratamiento integral médico y de salud mental; el impacto de estadísticas avanzadas que han revolucionado la forma en que se evalúa el rendimiento en el baloncesto moderno… Todos estos datos detallados permiten realizar un análisis más profundo de cada aspecto del juego, lo que conduce a una toma de decisiones más y mejor informada.

Sin embargo, a pesar de todos estos avances, el acceso a tanta información, y el buen uso que, al menos, los buenos entrenadores hacen de los nuevos recursos al alcance no basta sin nociones muchas veces tan manidas como el trabajo en equipo, la buena química de un plantilla, la generosidad en el esfuerzo, la competitividad, la autoestima y la confianza en sí mismos… o conceptos técnicos como la intensidad defensiva, el contraataque, el altruismo o la grandeza a la hora de saber compartir el balón… que acaban siendo factores complementarios tan diferenciales, sencillos y contagiosos como tan difíciles de alcanzar, sin los cuales es imposible cimentar las bases de un equipo ganador y son el motivo por lo que siempre ha habido quien ha sido capaz de hacer un baloncesto moderno.

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Y son precisamente estos méritos en lo que se ha fundamentado el juego del Unicaja de esta temporada, lo que le ha llevado a vivir una de las más importantes de su historia y no ya sólo por los éxitos alcanzados, sino también por el nivel de juego mantenido todo el año, lo que explica la diferencia entre los que creen que saben mucho o los que saben de verdad de qué va esto y también el por qué la afición se ha enganchado de nuevo al Carpena y al baloncesto en nuestra ciudad, sin duda su mayor logro.

El baloncesto moderno ha experimentado una notable transformación gracias a los nuevos recursos, tecnologías y avances en diversas áreas del juego. El desarrollo del 'scouting', las nuevas estrategias tácticas, el análisis de estadísticas avanzadas y el desarrollo técnico de los jugadores han llevado el baloncesto a un nivel superior. Sin embargo, en medio de todos estos cambios, los valores eternos siguen y seguirán siendo siempre actuales.

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