Una situación complicada para Olek Balcerowski

«Necesita ayuda y le vamos a ayudar, seguro. Me he controlado mucho hoy, eh (risas). Es muy importante para nosotros y muy joven. Es casi un juguetito roto para nosotros. Sabíamos que iba a pasar. Es muy joven y tiene unas expectativas demasiado altas a su alrededor. La suerte que tiene es que se puede equivocar porque tiene un equipo que le apoya y que además cubre los errores que puede cometer. Hay que acompañarle en este proceso de sentirse jugador y disfrutar, porque no disfruta nada jugando. Y para un chaval de 23 años es muy complicado jugar bien si no disfruta. Tiene que disfrutar. Sufre más que disfruta», dijo el vitoriano al respecto.

El técnico ha afirmado en varias ocasiones, recientemente, que hay algunos jugadores «un poco fuera». Aboga por ir sumando adeptos a la causa en este tramo del curso, por ir homogeneizando el equipo para que el rendimiento sea cada vez más coral. Y todo apunta a que el polaco forma parte de ese grupo. En el derbi disputó 12:34 minutos, anotó una canasta de dos puntos y no capturó ningún rebote.

Balcerowski llegó al Unicaja en septiembre procedente del vigente campeón de la Euroliga, el Panathinaikos, para ponerle la guinda a un proyecto que ya se sabía ganador. Tras brillar en el Gran Canaria, con el que ganó la Eurocup y se proclamó mejor jugador joven de la competición, equipo desde el que dio el salto al gigante ateniense, afronta en Málaga su segunda aventura en la ACB. Firmó por tres temporadas, evidenciando la confianza del club en sus capacidades físicas y deportivas. Por momentos parecía que la curva de su rendimiento comenzó a ser ascendente, pero sin regularidad en el tiempo. Jugador y club trabajan juntos para superar esta situación.