Dos asteriscos en la planificación del Unicaja

A día de hoy, la prioridad es reforzar el juego interior, como delatan los movimientos realizados con Wiltjer y Barreiro, sin embargo se están pendiente de dos aspectos clave en la planificación, el estado físico de Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic, algo que puede influir en la decisión que se tome para reforzar el perímetro. Se trata de dos jugadores con lesiones de larga duración. El madrileño fue operado de los dos talones y esta semana podrá empezar a caminar sin inmovilizadores en las piernas; así que casi que va a tener que empezar a aprender a caminar. Le queda una recuperación larga, aunque evoluciona de forma favorable.

Milosavljevic, en condiciones normales, casi que tendría que estar ya operativo para jugar. Pero el confinamiento ralentizó su recuperación de la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda. El serbio no se entrenó con el grupo durante la preparación de la Fase Final. Ayer abandonó Málaga para regresar a Belgrado y ya no volverá hasta la pretemporada. El protocolo de los médicos del club para la lesión que sufre Milosavljevic es de un año de baja, que se cumplirá en agosto, pero, como se ha indicado, va con cierto retraso.

El Unicaja sabe que puede encontrarse con un problema en la línea exterior a poco que alguno sufra un contratiempo. El caso de Jaime Fernández es el más complejo, pues su lesión es muy delicada. Así que el club está pendiente de una valoración de ambos casos y que puede afectar a la situación de Waczynski. El polaco acaba contrato y se valora su renovación; de hecho la previsible continuidad de Luis Casimiro es un punto a su favor pues el técnico lo valora como una pieza clave en el perímetro.

En el escenario más pesimista que sería que tanto Fernández como Milosavljevic viesen retrasado su regreso, el Unicaja podría verse obligado a incorporar un jugador más y, por lo tanto, ya no podría fichar a un ‘cinco’, que es otras de las alternativas que se manejan en la planificación.