Aplausos y vítores en el regreso de Brizuela al Carpena

Con gritos de «¡Darío! ¡Darío!» pasó el escolta por el pasillo que le hicieron sus compañeros, previo al arranque del partido. La afición cajista paró el tiempo durante algo menos de un minuto, creando un momento de intimidad con su jugador, al que se le pudo apreciar visiblemente emocionado.

Brizuela salió el pasado verano de la disciplina cajista rumbo al Barça, que pagó su cláusula de rescisión, de 1,2 millones de euros, para hacerse con sus servicios. El vasco ha militado un total de tres temporadas en el Unicaja, club con el que levantó la Copa del Rey el pasado febrero, hace casi un año, como pieza clave y activa de la gesta. Actor protagonista en el exponencial crecimiento del club malagueño estas últimas temporadas, recaló en Málaga en Navidad de 2019 procedente de Estudiantes por 350.000 euros.

Las gradas del Carpena, agradecidas con alguien que dio todo por el escudo durante tres temporadas, entendió, aunque con dolor, su traspaso rumbo a la ciudad condal, que es también uno de los equipos más fuertes del país y del viejo continente. Renovó unos meses antes de salir de la disciplina cajista, algo que añadió un extra de rareza a un traspaso que el grueso de la afición del Unicaja entendió casi sin reproches. Así lo confirmó el recibimiento que le brindaron este miércoles.