Ansley, 25 años después: «Los árbitros ayudaron al Barcelona»

Juan Calderón

Miércoles, 13 de mayo 2020, 16:30 | Actualizado 21:55h.

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Mike Ansley (Birmingham, Alabama,1967) sigue siendo un genio. El exjugador del Unicaja subcampeón de Liga en 1995 mantuvo una interesante charla con el director deportivo del club, Manolo Rubia, entonces delegado del equipo, en la que ambos recordaron la histórica final contra el Barcelona de la que ahora se cumplen 25 años y que vivieron en primera persona. Ansley sigue con el mismo talante abierto con el que se le conoció en Málaga y durante la videoconferencia, que realizó con el club, fueron constantes las bromas con Rubia y los guiños a la ciudad. El estadounidense reside en Varsovia (Polonia), donde regenta la 'Big Mike Academy', una escuela de baloncesto en la que imparte sus conocimientos.

Ansley recuerda todo al detalle y no duda en afirmar que los árbitros favorecieron al conjunto azulgrana, especialmente en el segundo partido, después de que el Unicaja ganase el primero de la final en el Palau. «Los árbitros ayudaron al Barcelona, todavía lo siento en mi corazón», se sincera.

«Recuerdo la charla que Javier nos dio antes del primer partido. Nos dijo que era una oportunidad que se presentaba una vez en la vida. ‘Salid ahí fuera y jugad duro. Representad a Málaga. Pase lo que pase, dejadlo todo en la pista’. Miré a todos mis compañeros y estaban impactados. y concentrados. Hicimos ‘click’ y todo el mundo estaba listo para ese partido. El ambiente del equipo era excelente, creo que el mejor de los que he estado. Lo hacíamos todo juntos. Salíamos, entrenábamos, nos hablábamos cuando alguien tenía un problema. Manolo (Rubia), tenía nuestra confianza para todo, porque si algo salía mal, él lo arreglaba», comentó entre risas en alusión a sus líos nocturnos...

Precisamente el director deportivo del Unicaja le pidió que recordase lo sucedido con los árbitros en el segundo partido, en el que el Unicaja perdió por sólo un punto (93-92) y que podu haber sido clave con los dos siguientes encuentros por jugar en Málaga.

«Los árbitros nos vieron tan cerca que no querían que ganásemos el segundo partido, era obvio. Ayudaron al Barcelona a volver al partido. Ellos estaban acabados y no tenían respuestas para pararnos, y los árbitros les ayudaron. Lo sigo sintiendo en mi corazón», afirma sin dudas Ansley, que ese día firmó 21 puntos y 4 rebotes.

El estadounidense destaca el valor humano de aquella plantilla dirigida por Javier Imbroda que logró una alta comunión con los aficionados. «Sentimos el apoyo de todo el mundo al llegar a la final. Tuvimos la oportunidad de ganar al Barcelona. Dimos más de lo que éramos. Javier tenía un plan de partido. Jugábamos mucho bloqueo y continuación, y así todo el mundo tenía un tiro abierto, daba igual quién. Todos teníamos confianza y jugábamos muy duro. Le dije a los chicos: ‘son ganables. No nos defienden bien’. No era el mismo Barcelona que habíamos visto en la fase regular», se lamenta el estadounidense 25 años después.

Y a pesar del tiempo, Ansley tiene la misma confianza en sus posibilidades que aquel jueves 18 de mayo cuando con el partido muriendo se jugó aquel triple que pasó a la historia. «Creo que puede ser el tiro más importante de mi larga carrera. ¿Cuánta gente conoces que es famosa por fallar un tiro? Ese tiro fallado unió a una ciudad. Éramos uno, fue increíble. Si tuviera la oportunidad, lo tiraría de nuevo y lo metería. Vi que Darryl Middleton estaba cansado, que tenía que hacer ese tiro y sabía que iba a entrar. Después del partido hablé con Javier, que me había dado varias opciones para tirar de tres o de dos. Dije: ‘entrenador, voy a por el ‘home run’, ya nos quitaron el segundo partido’. Lo tiraría otra vez sin duda y lo metería para ganar el partido».

Fueron días duros para Ansley tras confirmarse la victoria del Barcelona en la final. Años después reconoció que aquello le sumió en una depresión, aunque tras el quinto partido Málaga se volcó con el equipo. «Recuerdo que veíamos en el avión como locos pensando que habíamos perdido ese partido y me dije a mí mismo. ‘Se me ha caído el mundo encima’. No quería bajarme del avión y Javier me dijo, ‘Mike, tienes que afrontarlo’, Cuando vi a la gente con lágrimas a la cara pensé que esto es lo que sientes cuando eres campeón. ¿Somos los ganadores o los perdedores? Fue genial» rememora emocionado.

Aunque jugó en quince equipos, Mike Ansley tiene a Málaga grabada en su corazón, pese a que no volvió mucho salvo como rival tras dejar el equipo. Su última visita fue cuando el club celebró los 20 años de aquella final, y se atrevió a bromear sobre el asunto. «De Málaga recuerdo a gente maravillosa, la comida, fue donde probé por primera vez el marisco. Recuerdo que la gente que iba a los partidos te adoraba, en otros sitios quizá es más tranquila, pero en el Unicaja todo estaba organizado. Por cierto, tengo una pregunta. ¿Si mi tiro fue tan importante para el club y la ciudad, dónde está mi camiseta retirada después de 25 años?», preguntaba a Manolo Rubia en tono de broma.

Ansley, que fue catalogado como el mejor ala-pívot de Europa y todavía hoy no tiene ninguna duda de que lo fue y lo es. «Soy el mejor de Europa en mi edad. Una vez que eres el mejor, siempre serás el mejor. Soy el mejor cuatro de Europa de 53 años». Lo sea o no lo sea, lo que es seguro es que el humor lo mantiene intacto.