Andreas Zagklis es el secretario general de la FIBA. FIBA

Andreas Zagklis, sobre la fusión Eurocup-Champions: «Los desacuerdos se van suavizando»

El secretario general de la FIBA confía en un acuerdo con la Euroliga, en parte porque «no hay un entorno tóxico»

Lunes, 8 de abril 2024, 12:42

El secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, ha concedido una entrevista al medio griego Kathimerini en la que ha analizado el la situación del ... baloncesto europeo y las negociaciones con la Euroliga cara a la homogenización de calendarios y una posible fusión entre la Eurocup y la Basketball Champions League.

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Destacó Zagklis la relación de «confianza» que se está construyendo con Dejan Bodiroga y Paulius Motejunas, presidente y CEO de la Euroliga. «Estas relaciones son necesarias para que cada vez logremos más cosas a nivel de negociaciones. Creo que vamos por el buen camino. Sin duda pronto pareceremos mucho más unidos. Y ya hemos visto algunos resultados (cesión de jugadores de los equipos de la Euroliga a las selecciones). Se podría lograr un acuerdo de forma inmediata, pero no todo depende de nosotros. Ahora no tenemos ni una división marcada ni un entorno tóxico. Tenemos desacuerdos que se van suavizando de una forma mantenida», insistió.

En su entrevista el máximo responsable del Baloncesto Mundial apuntó a la posibilidad de coexistencia entre el modelo FIBA que recompensa el mérito deportivo y una liga cerrada con contratos garantizados, aunque en el caso de la Basketball Champions League también hay contratos, como los que han tenido el Unicaja y otros clubes. «Creo que sí se puede. Especialmente en un deporte tan desarrollado como el baloncesto, que puede combinar el éxito comercial con un rendimiento deportivo. De aquí en adelante es una cuestión de dosificación, es decir, cómo debe ser la liga abierta, cómo debe hacerse la conexión directa con las ligas nacionales y no sólo con la segunda competición. Estamos en este contexto de negociación»

Aunque los contratos garantizados no son de su agrado Zagklis cree que «no es una línea roja. Personalmente no me gustan. Tenemos serias reservas legales e institucionales, pero también queremos una solución que equilibre adecuadamente los intereses aquí y allá, reconoció.

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