Nada más terminar la pasada temporada, todavía con el regusto amargo de la gran decepción vivida, los dirigentes del Unicaja se dieron prisa en hacernos partícipes de su inquebrantable propósito de construir un gran equipo para que las cosas fueran muy diferentes en la temporada ... siguiente. Los muy generosos casi once millones de euros de presupuesto y la finalización de los contratos de la gran mayoría de esos jugadores, que tanto habían decepcionado durante el pasado curso, dibujaban la mejor situación para que el club malagueño pudiera afrontar con éxito su gran objetivo. Sin embargo, no todo era favorable a la hora de iniciar la ansiada renovación, porque la decepcionante clasificación del equipo no le garantizaba, ni mucho menos, una plaza en competiciones europeas y esa incertidumbre hizo alejarse de Málaga a alguno de los primeros nombres de la lista de refuerzos que se buscaban. Afortunadamente, los dirigentes de Los Guindos se movieron con habilidad y pronto consiguieron que el Unicaja inscribiera su nombre entre los participantes en la fase previa de la Basketball Champions League. Todo empezaba a girar de manera favorable, y mucho más cuando se supo que esta fase previa se celebraría en nuestra ciudad, pero este nuevo compromiso competitivo se presentaba demasiado pronto, en septiembre, y el equipo, con nueve jugadores nuevos, estaba obligado a llegar a él con un nivel de preparación y acoplamiento que le permitiera un éxito imprescindible.

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Tyson Carter y Tyler Kalinoski, dos fichajes para elevar la capacidad anotadora. Mariano Pozo

Dirección deportiva y entrenador debían construir un equipo con los mejores hombres, que los veranos por razón de su estatus suelen estar compitiendo con sus selecciones nacionales, lo que les impediría preparar en Málaga ese temprano y trascendental compromiso de septiembre. Teniendo en cuenta semejante 'rompecabezas', el resultado final del trabajo llevado a cabo en los despachos de Los Guindos es excelente, con una mayoría de jugadores que llegaron con tiempo suficiente para integrar un buen grupo de trabajo, por más que ahora la inesperada convocatoria de Alberto Díaz, que representa un enorme paso adelante en la carrera del base malagueo, complique notablemente la preparación del equipo, al menos durante un par de semanas.

La incertidumbre al no tener segura plaza europea hizo alejarse a alguno de los primeros nombres en la lista de refuerzos

Dado el 'rompecabezas', el resultado final del trabajo es excelente, aunque quizá falte un hombre alto y sobre uno 'pequeño'

En la actualidad hay diversas fórmulas para confeccionar una plantilla. Los hay que prefieren hacer un equipo en torno a tres estrellas importantes, otros que contratan un buen quinteto y lo que se pueda, también hay quienes sostienen que con ocho jugadores fundamentales es suficiente, y otros métodos de lo más diversos. El Unicaja ha optado por la formula más moderna, que prefiere un grupo de doce jugadores de un nivel similar, que no se descompone con un día malo de alguno de sus jugadores y en el que el grupo reina siempre por encima del individuo. Cualquier fórmula puede llevarte al éxito. Lo importante es que sea la que más conviene a tus circunstancias, De cualquier manera, me gusta destacar que el baloncesto es un deporte colectivo que parte siempre de la individualidad.

Entre los altos abunda capacidad de tiro, pero elaborar jugadas de espaldas al aro parece una opción más remota

No parece que el equipo vaya a tener dificultades para tirar; otra cosa será la distribución de roles y la tarea defensiva

Dentro de la amplia plantilla construida quizás falte un hombre alto y sobre uno 'pequeño', sobre todo teniendo en cuenta que también está por ahí Saint-Supéry. Si Barreiro acaba siendo el quinto hombre alto, se echa en falta un alero grande que acompañe a Melvin Ejim. En caso de que el gallego se confirme como 'tres' faltaría un quinto pívot de verdad, sobre todo cuando aparezcan las lesiones. Cinco hombres para las posiciones de base y escolta, dos aleros altos y otros cinco como pívots me parece el esquema más equilibrado para un equipo construido con la fórmula del Unicaja. El conjunto malagueño, sin embargo, cuenta con seis hombres para los puestos de atrás y solo cuatro pívots, aunque la polivalencia de algunos puede permitir que cualquiera los distribuya de otra manera. Esa cualidad de muchos de los nuevos jugadores de la plantilla será un arma útil con la que Navarro podrá combatir esas carencias y desequilibrios, aunque lo cierto es que Djedovic y Kalinoski pueden jugar de aleros pero son escoltas, y que Ejim y Barreiro se adaptan facilmente a la posición de ala-pívot pero su rendimiento se resiente mucho.

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Se ha optado por doce jugadores de nivel similar, con seis hombres para los puestos de atrás y sólo cuatro pívots

Será de importancia decisiva el trabajo de Ibon Navarro, que deberá estar a la altura en un equipo construido a su gusto

Entre los hombres altos abunda la capacidad para el tiro, aunque la posibilidad de que elaboren jugadas de espaldas al aro es más remota. Todo ello con la excepción de Augusto Lima, un gladiador bajo los aros de enorme garantía defensiva. Por el contrario, en las dos posiciones de pequeños el equipo parece sobrado de calidad. La sobriedad de Alberto Díaz, la explosividad y creatividad de Perry, la facilidad anotadora de Brizuela y Carter, más el tiro de Kalinoski, convierten al conjunto de hombres 'pequeños' del Unicaja en uno de los mejores de la Liga y en un lujo sorprendente para la BCL. Por si esto fuera poco, a la hora de anotar hay que insistir en la capacidad de tiro exterior de Thomas, Kravish y Osetkowski. No parece que el equipo vaya a tener dificultades para tirar. Otra cosa será la distribución de espacios y roles, además de la imprescindible tarea defensiva. Solo cabe esperar que en un equipo construido al gusto de Ibon Navarro, el trabajo del técnico esté a la altura que esperamos. Será de importancia decisiva.

Osetkowski, un '4' con un buen lanzamiento exterior. Mariano Pozo
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