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Alberto Díaz vivió un año de gran contraste. La primera parte estuvo marcada por el desencanto que generó la pésima temporada del Unicaja. El malagueño encontró consuelo en verano, además de forma inesperada. Tras disputar varios partidos de las ventanas de selecciones con España, fue ... descartado para la lista definitiva para el Campeonato de Europa. La lesión de Sergi Llull a última hora provocó que Sergio Scariolo volviese a reclutarlo. Díaz respondió a la apuesta del técnico italiano por él con una actuación para el recuerdo.
El base malagueño fue creciendo a medida que avanzaba el campeonato y se convirtió en uno de los pilares de la selección. Los mejores jugadores del torneo en su posición fueron claudicando ante él por su capacidad defensa. Esa capacidad de lucha, la misma que ha marcado su carrera en el Unicaja, le valió esta vez un merecido reconocimiento a nivel nacional e internacional, además del premio del oro en el Europeo.
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