Los jugadores del Unicaja hacen piña antes del comienzo del partido contra el Real Madrid. ÑITO SALAS

El ajuste económico marcará una importante remodelación de la plantilla cajista

Se valoran diferentes escenarios para la próxima temporada con la salida segura de Thompson, Thomas, Mekel y, probablemente, Waczynski

Lunes, 24 de mayo 2021, 01:19

El Unicaja culminó ante el Real Madrid la temporada más decepcionante de su historia reciente, probablemente la más convulsa y también la que va ... a marcar cómo va a ser su día a día en los próximos meses y, quizá, también en los próximos años. Han pasado dos meses desde que Eduardo García renunció a su puesto y también desde que se conoció que a Fundación Bancaria, propietaria del club, retiraba su aportación al presupuesto, y no hay novedades.

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Aquellos acontecimientos de finales de marzo han condicionado el tramo final de Liga para una plantilla que estaba mal parida desde casi la pasada temporada. Los errores estructurales eran evidentes, pero no se corrigieron en verano y el resultado ha sido un fracaso mayúsculo. La destitución de Luis Casimiro, que fue el que defendió y promovió muchos de las decisiones sobre el equipo, fue la confirmación de lo que ya se barruntaba meses antes. El equipo débil y con jugadores repetidos jugó la Copa del Rey de rebote por un reajuste de la Liga, firmó una actuación penosa en la Eurocup y se ha quedado fuera del 'play-off'. Katsikaris, tras un primer impulso no ha sido capaz de reconducir la situación, a la vista están los resultados, pero parece que se confía en él para el futuro. Continuará.

¿Y cómo es el futuro? Pues los próximos meses en el Unicaja estarán marcados por el ajuste presupuestario. Aunque el patrocinador, Unicaja Banco, ha renovado su compromiso (nadie lo dudaba) y parece que ha elevado su aportación, está por ver qué decide la propiedad, la Fundación Bancaria. El presupuesto marcará la hoja de ruta, pero ya se es consciente de que habrá una reducción en el potencial económico y siempre contando con que el público pueda regresar la próxima temporada.

Pero hay demasiadas incógnitas, pues no se sabe quién o quiénes guiarán la reconstrucción del nuevo proyecto. No hay presidente y se desconoce quién será el nuevo director deportivo. El actual, Manolo Rubia, se jubila en julio, pese a que se la pedido que siga algunos meses...

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Con menos dinero, el Unicaja tendrá que buscar en otros mercados más baratos y renegociar algunos salarios que incluso antes de la actual crisis que vive, estaban fuera de mercado; inflados. No será fácil que profesionales que en su día firmaron un contrato sobre unas cantidades acepten rebajarse el sueldo de buenas a primeras. Sin posibilidad de pagar indemnizaciones, el Unicaja tendrá que hilar fino en las negociaciones. Con contrato para las próximas temporadas están Bouteille, Brizuela, Jaime Fernández, Abromaitis, Carlos Suárez, Alberto Díaz y hay que entender que también Nzosa, aunque su renovación no se ha hecho oficial.

Así las cosas, parece claro que los jugadores que acaban contrato no continuarán. Thompson, Mekel y Thomas saldrán del Unicaja, y seguramente también Waczynski, que ha sido de los más regulares del equipo y ha mostrado un actitud profesional en medio de vendaval que sufría el club. Katsikaris le ha dado galones por delante de un Bouteille que ha estado lejos del potencial que tiene, demasiado apático.

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También acaban contrato los malagueños Francis Alonso y Rubén Guerrero, que han perdido protagonismo con el técnico griego. Sus salarios son bajos y de momento no hay una decisión en firme sobre ellos, según se apuntó desde sus respectivas agencias de representación a SUR. En el caso del pívot se había avanzado en su renovación, pero aquello quedó en punto muerto y no se ha retomado. No ha evolucionado como se esperaba en los últimos meses y hay dudas sobre qué decisión tomar con él.

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