El baloncesto europeo no volverá hasta la próxima campaña. La Euroliga tomó ayer la decisión de dar por finalizada la temporada en los dos torneos que organiza, la Euroliga y la Eurocup. La desigual evolución de la crisis del coronavirus en Europa y la negativa de los jugadores a volver a competir, han sido los causantes de esta histórica medida que afecta de lleno al Unicaja, que estaba ya en cuartos de la Eurocup con serias opciones de pelear por el título. El club de Los Guindos repetirá en esta competición que ya no volverá hasta el 30 de septiembre.
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Sobre las once de la mañana de ayer comenzó la reunión que debía decidir el futuro del baloncesto europeo y no tardó mucho en circular ya la noticia de que había sido el propio director general de la Euroliga, Jordi Bertomeu, el que propuso a los clubes la cancelación de la temporada. Al mediodía se producía la confirmación oficial. La Euroliga mantendrá los equipos que han competido esta temporada y los ocho que seguían vivos en la Eurocup (Unicaja, Venezia, Partizán, Unics, Mónaco, Bolonia, Promitheas y Tofas), tienen reservada una plaza para la próxima temporada. Llegados a este punto cabe preguntarse cómo afecta al cuadro malagueño la decisión de que no se vuelva competir. Se puede decir que es tan perjudicial como beneficioso.
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El Unicaja renegoció los contratos de sus jugadores durante el estado de alarma con una reducción de hasta un 17,5% e incluyó una cláusula en los mismos que estipulaba la duración de estos «hasta que finalice la temporada». Haber jugador la Eurocup habría llevado a pagar un mes más de salarios a los jugadores, por lo que aquí el club malagueño sale claramente beneficiado.
Con la suspensión de la temporada hace dos meses y medio por la crisis del coronavirus ya parecía inviable que se pudiesen volver a jugar partidos con público. De hecho se diseñó una final a ocho en una sede única a puerta cerrada que ya no se celebrará. Los ingresos por taquillaje ya quedaron eliminados entonces, pero no los pluses que la Euroliga da por partidos ganados y por superar fases en la competición. Cuando el Unicaja ganó la Eurocup en 2017 logró un 'premio' de algo más de 350.000 euros, cantidad a la que ahora ya no podrá acceder.
La cancelación de la temporada deja al Unicaja sin la posibilidad de 'promocionar' a la Euroliga, donde están los mejores equipos de Europa y donde hay más ingresos económicos, tanto por televisión, como por 'bonus' y venta de entradas. La aspiración deportiva de pelear por lo máximo se esfumó con el anuncio de ayer, que confirmó que se mantendrá la composición de esta temporada, es decir, que repetirán los mismos equipos.
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Las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus van a ser muy grandes en el mundo del deporte. El Unicaja va a mantener su solidez, aunque su presupuesto se verá afectado de algún modo por cómo van a sufrir sus patrocinadores y ante la duda de si habrá partidos con público. Haber disputado la Euroliga, previo título o presencia en la final en la Eurocup, habría conllevado un esfuerzo económico extra que el club no está en disposición de asumir en estos momentos. La Euroliga exige plantillas más largas y una partida importante en el presupuesto alrededor de medio millón de euros, para desplazamientos en vuelos chárter para poder hacer frente a un calendario frenético.
La situación actual del Unicaja, como la de muchas empresas, ofrece muchos interrogantes. En el club malagueño estaban pendientes de saber qué competición disputaban la próxima temporada porque influye de manera directa en la campaña de abonos. Haber logrado la clasificación para la Euroliga, habría sido muy importante cara a su masa social. Ahora, al menos, ya tiene un punto de partida sobre el que planificar, pendiente todavía, claro, de saber si podrá haber público en los partidos.
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La posibilidad de no poder pelear por un título o de alcanzar el torneo más importante como es la Euroliga, siempre es algo negativo, pero no conviene perder de vista que el Unicaja tenía bajas importantes para afrontar la Eurocup si volvía a retomarse la competición. Es cierto que Alberto Díaz y Carlos Suárez se recuperaron de sus lesiones, pero Casimiro no podría haber contado con jugadores importantes como Jaime Fernández y Axel Toupane. El primero ha sido operado de los dos talones y, el segundo, sigue en París y se desconoce en qué estado se encuentra de la rotura parcial del tendón de Aquiles que sufrió en la Copa. Los últimos fichajes, Gal Mekel, Bouteille y Simonovic, no podrían haber ayudado al haber sido fichados después de haber pasado el plazo para dar de alta a nuevos jugadores.
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