Adiós

Jaime Fernández, con 28 puntos, hizo un gran partido individualmente, pero no fue el base que necesitan sus compañeros y eso lo notaron Alonso, Waczynski y los pívots. Lo cierto es que el Unicaja volvió a ser ayer el equipo que sólo funciona cuando acierta en los triples y eso sólo ocurrió en el segundo cuarto. En el resto del partido todo fue guerra de individualidades, con muchas pinceladas brillantes de Nzosa. Por otra parte, durante muchos minutos y especialmente en los primeros y últimos del partido, la defensa brilló por su ausencia, como demuestran los generosos 98 puntos del equipo francés al final del encuentro. Para terminar, señalar que el Mónaco, con más rebotes y menos pérdidas, impuso su mayor fortaleza física para disponer de más posesiones y más tiros libres, en un partido en el que, como suele ocurrir, ganó el equipo que más se jugaba, sin olvidar que al equipo malagueño le faltaban ayer jugadores que deben ser esenciales para el equipo en esta recta final de la temporada en ese objetivo de jugar el 'play-off'.