Ahora, a por la Liga

La afición cajista tiñó de verde y morado las calles de la ciudad para escoltar la rúa de los flamantes campeones de Copa. Salieron a las 17.00 horas desde Los Guindos, donde unos 'Mihitas' siempre entregados a la causa, se convirtieron en el alma de la fiesta. Al menos, hasta que el público por fin vio al entrenador vasco y a los protagonistas de este éxito. No paró de sonar el ya mítico 'Ibon tiene un plan', así como el himno de Pablo López, que cada vez toma más presencia en todo el país.

La rúa recorrió todo el paseo marítimo al ritmo de la música del propio autobús, los cánticos de los propios jugadores, y los pitidos de los coches que también querían unirse a la fiesta. Algunos más valientes, incluso se atrevían a acompañar al autobús corriendo hasta su primera parada del día: la sede de Unicaja. El momento en que el autocar llegó a la Plaza de la Marina y al Paseo del Parque quedará para siempre en la memoria de los jugadores, que aunque parecen haber acostumbrado a la ciudad a esto de ganar títulos, aún se muestran incrédulos al comprobar su fiel apoyo.

En su primera bajada del autobús, ya pudo entrever quiénes serían los reyes de la fiesta, los principales reclamos del público: Ibon y el 'MVP' de la final y carismático Kendrick Perry, que se paseó toda la tarde con una corona en la cabeza. La afición se volvía loca especialmente con ellos, aunque Perry y su corto español, apenas entendiera los numerosos halagos de la gente. Tras el recibimiento por parte del presidente de la Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez; el director general de la institución, Sergio Corral, y el CEO de Unicaja Banco, Isidro Rubiales, llegó la última parada, el Ayuntamiento. Aquí varias autoridades recibieron al equipo: el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, o el subdelegado de Gobierno, Javier Salas.

Ya en el balcón, Fede, el 'speaker' del Unicaja, pasó el testigo a De la Torre como director de orquesta: «Después de este brillantísimo triunfo en Canarias, hay que hablar de un equipo bien cohesionado, liderado por un entrenador formidable. Han sabido crear una familia, donde además el factor Málaga influye. He visto unas declaraciones de Perry que dice que ha encontrado aquí su lugar en el mundo y nosotros hemos encontrado en él un ídolo. Nos sentimos orgullosos de este formidable equipo», valoró el regidor, totalmente entregado. No quiso ser protagonista el capitán, Alberto Díaz, por lo que sólo brindó cariñosamente la Copa a la afición y dio paso a Ibon Navarro: «Tenéis mucha suerte de tener a estos jugadores y este cuerpo técnico, que son lo mejor que hay en el mundo». Fue escueto, después de la emoción de la noche, aún le costaba forzar la garganta, pero aun así, avivó al público para que corease «A por la Liga, oé», haciendo ver que ya no hay imposibles para este equipo, y que, desde luego, pelearán por ello.

Hubo momentos anecdóticos, pero uno de los jugadores se llevó la palma, y ese fue Osetkowski, que no pudo evitar 'vacilar' a Sergio Llull repitiendo una frase que el capitán del Real Madrid dijo a sus jugadores antes de salir a la final en Gran Canaria: «Una leyenda dijo: «Nosotros no jugamos finales, nosotros ganamos finales». También se animaron a dedicar unas palabras al público Balcerowski, Kalinoski, Kravish, Tillie, Djedovic, Taylor... Carter, emocionado, dijo: «Quedan muchas finales que jugar y esperemos estar preparados y traeros muchas más Copas a Málaga». Ejim, por su parte, fue más emotivo: «Tenemos un buen equipo, pero lo que nos hace grandes sois vosotros, la gente y la ciudad. Gracias por el apoyo».