2023, un año crucial para que el Unicaja recupere jerarquía

Será difícil recobrar el prestigio sólo en unos meses. Es mucho el camino desandado por el Unicaja en los últimos tiempos, marcado por una peor gestión, una menor apuesta económica y un desapego en su masa social. Hay un dato que refleja esta decadencia con visos de revertirse: el equipo no se clasifica para los 'play-off' de la Liga desde hace cuatro temporadas (en la 2018-19 fue la última). Aunque es verdad que en la 2020-21 jugó la fase por el título, fue un improvisado desenlace marcado por la pandemia. El equipo acabó undécimo y, en las circunstancias normales, no habría peleado entre los ocho mejores.

El baloncesto en Málaga, aupado por un cambio de pabellón, desde Ciudad Jardín al Martín Carpena, tocó techo en la temporada 2005-06 con el título liguero. Un año antes se ganó la Copa del Rey, y uno después se acudió a la Final Four de la Euroliga. Aún hubo nueve campañas más en la mejor competición europea, pero ya en un lento declinar que se avivó con la salida de ella.

Al mejor ciclo de la historia le siguió una cuesta abajo que se agravó especialmente en las dos últimas temporadas concluidas. En la 2020-21, el cuadro de Los Guindos fue décimo en la Liga, cuartofinalista en la Copa y no pasó del Top 16 en la Eurocup, y en la 2021-22, aún peor: undécimo de la Liga Endesa flirteando incluso con el descenso en un tramo de la segunda vuelta de caída libre en los resultados, sin Copa del Rey y con unos pobres cuartos de final en la Champions.

Estos resultados, el pobre nivel de juego, la mala planificación de las plantillas y restricciones de aforo en determinadas fases de la pandemia sólo ofrecieron motivos a los seguidores para distanciarse del equipo. Pero el club ha sabido reconducir el camino. Su gestión ha sido sobresaliente cara a fortalecer lazos con generaciones pasadas (homenaje a Cabezas, regreso de este y de Berni Rodríguez a la entidad como embajadores, participación de equipos de veteranos en el Mundial FIMBA, iniciativas en el 30 aniversario de la unión del Caja de Ronda y el Mayoral Maristas), y ahora se ha unido un mayor éxito deportivo, el que venía faltando a la gestión del presidente desde el verano de 2021, Antonio Jesús López Nieto. Las gradas han vuelto a poblarse, pero la confianza hay que devolverla con resultados.

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El Unicaja ha llegado a enero con una hoja de resultados casi irreprochable. Más allá de la derrota en Badalona y de un tropiezo sin consecuencias ante el Sassari (con el pase sellado al 'Top 16' en Europa), sólo ha caído ante rivales de Euroliga (Baskonia, Real Madrid y Barça), y entre ellos ya superó al Valencia. A día de hoy no es muy aventurado pensar en que va a mejorar los registros más recientes y puede que hasta en todos los frentes, pero se trata de subir peldaños en esa jerarquía perdida e instalarse inmediatamente por detrás de los proyectos de Euroliga, donde últimamente pululan el Joventut y los dos clubes insulares (Lenovo Tenerife y Gran Canaria).

El reto de volver a la Copa este 2023 está virtualmente sellado, con nueve triunfos. Quizás haga falta uno más en las cuatro jornadas ligueras restantes antes del corte. Pero es que incluso no se descarta el reto de acudir a Badalona (la gran fiesta del baloncesto nacional será del 16 al 19 de febrero) como cabeza de serie, lo que acercaría el pase a semifinales (alcanzadas sólo tres veces desde 2007).

Más lejano queda comprobar de qué es capaz este Unicaja en la Champions y en la Liga Endesa. En Europa el tramo más sencillo del calendario se ha resuelto con mucha solvencia. Galatasaray, Ludwigsburg o Limoges (estos dos se miden desde mañana, a las 20.00) y AEK o Tofas Bursa (primer duelo este miércoles, en Atenas, a las 18.30) son los rivales en la liguilla del Top 16, cuyos dos mejores equipos pasan a cuartos. La Final Four será posiblemente en Estambul y ha de ser el objetivo mínimo para este Unicaja.

En cuanto a la Liga ACB, parece ineludible volver a unos 'play-off' e, incluso, colocarse lo mejor posible cara a ellos para tratar de superar un primera criba. Hay que recordar que el cuadro malagueño es ahora quinto, tras trece jornadas, con el tercer mejor 'basket average' y defensa.

La reciente lesión de Lima (un año sin jugar al romperse el cruzado anterior y el menisco interno de la rodilla derecha) es el único contratiempo en un proyecto que ha lucido hasta ahora en todo su esplendor con una rotación de doce efectivos que ha permitido máxima agresividad en la cancha, correr y evitar dependencias de un solo hombre. El club buscará un sustituto ahora (a ser posible, un cupo) para el único jugador, junto a Alberto Díaz, que no se adapta a otro rol en la pista.