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Muchos mitos rodean al sector de las viviendas turísticas y uno de ellos es que esta actividad está en manos de grandes fondos de inversión ... que especulan con estos inmuebles y que son los promotores de un 'boom' que impacta directamente en los precios del alquiler. Sin embargo, unos datos del organismo autónomo de gestión tributaria de Málaga capital (Gestrisam), en base a datos de la Junta de Andalucía, desmonta claramente esta teoría. El informe señala que el 95% de los inmuebles destinados a alojar turistas en la capital de la Costa del Sol está en manos de pequeños propietarios (tienen una o dos viviendas). Es más, el 80% de las viviendas turísticas de la ciudad están en manos de un sólo propietario que se mantiene activo en este sector como fórmula con mayores garantías para sacar un complemento a su economía familiar.
Es el caso de Antonio, que jubilado anticipadamente, ha optado por dedicar la que fue su primera vivienda en la capital al alquiler vacacional para obtener unos ingresos extras. Asegura que «tal y como están las cosas es más segura la vía del turismo que la del alquiler tradicional de larga duración. Aquí los riesgos de que te la ocupen o de que dejen de pagar meses y meses son mínimos», afirma para explicar que lleva años con el alquiler vacacional y que, aunque ha crecido mucho la competencia, sigue siendo la alternativa más fiable y más rentable. Este perfil se repite en el conjunto de la provincia, donde se añade el factor de que muchos de los inmuebles son segundas residencias de extranjeros.
En el caso de la capital, los datos elevan a 6.723 los titulares que cuentan con viviendas turísticas en activo. De ellos, 5.451 cuentan en este negocio con un sólo inmueble, a los que se suman otros 983 que disponen de dos viviendas destinadas al alquiler vacacional, es decir, un 14,6% del total. Ambos datos ponen de manifiesto que el 95,7% de los propietarios tiene un máximo de dos inmuebles, muy lejos de esa foto fija de la que se habla con frecuencia de que este negocio está en manos de fondos de inversión.
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Jacobo Florido, explica que la estadística deja claro que «son pequeños propietarios que se han sumergido en este negocio para sumar unos ingresos a la economía doméstica. Es más, si estas personas tuvieran más protección en cuanto a la ley de ocupación o de arrendamientos urbanos se podrían replantear el modo de actuar», declara. Asegura, además, que «la mayoría de estos propietarios son malagueños cuyas rentas se quedan y se invierten en la propia capital porque suelen ser una ayuda a la pensión o, incluso, el único sustento».
Más de cuatro inmuebles
Es más, la estadística muestra que sólo 111 propietarios están explotando más de cuatro viviendas y que apenas dos de ellos tiene en alquiler vacacional entre once y quince inmuebles y otros dos más manejan entre quince y veinte pisos o casas para alojar a turistas. Con más de una veintena de propiedades no aparece ninguno en este registro de Gestrisam, en el que además se pone de manifiesto que esta actividad sufre numerosos vaivenes con hasta 753 propietarios que han cesado la actividad turística, la mayoría de ellos, concretamente 446 son titulares que gestionaban su segunda residencia. Como dato curioso destaca que el único propietario con más de veinte inmuebles ha sido uno de los que ha dejado de operar en el alquiler vacacional.
El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA-Pro), Carlos Pérez-Lanzac, explica que el modelo de la capital respecto a que el 80% de los titulares de inmuebles vacacionales sólo tienen una vivienda turística se generaliza al resto de la provincia y que es el perfil al que responde esta actividad en la Costa del Sol. «Es general la tendencia de muchas familias que ponen su confianza en la progresión económica de la ciudad, lo que les ha llevado a involucrarse por las buenas perspectivas», afirma, para matizar que en el caso del litoral la situación es la misma pero con segundas o terceras residencias que habitan sólo durante una parte del año y que buscan en el alquiler vacacional la fórmula para encarar los gastos del inmueble durante el periodo en el que está vacío. «Incluso la nueva norma de la Junta de Andalucía que regula las viviendas turísticas, y que entró en vigor el pasado día 22, está muy enfocada a ese titular particular, que sí que está demandando de un gestor para ayudarle ante el aumento de la competencia y las nuevas exigencias tanto de la oferta como de la demanda», detalla.
Desde esta asociación hacen referencia a los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) que destacan el papel de las viviendas y apartamentos turísticos como un elemento redistribuidor de la riqueza obtenida por el turismo en Andalucía, apuntando que el 75% de esta oferta se encuentra en pueblos y municipios costeros (52.439) y sólo el 25% (17.755 en total) está en alguna de las ocho capitales de provincia.
Además, precisan que el 39% del total de estos alojamientos se sitúa en municipios de menos de 50.000 habitantes, básicamente pueblos sin la infraestructura hotelera necesaria para dar respuesta a la demanda. «Es obvio que este modelo ahora ligado a Internet y a las plataformas refleja la verdadera realidad de un sector que realmente lleva décadas funcionando sin problemas en la Costa del Sol y que está vinculado al turismo residencial. Las viviendas y los apartamentos turísticos son un pilar fundamental de la economía de Andalucía y tienen un papel absolutamente clave para municipios medianos o pequeños donde si no fuera por esta modalidad no tendrían capacidad alojativa», asegura Pérez-Lanzac.
El presidente de AVVA-Pro recuerda que esta tipología alojativa tuvo en 2022 un impacto económico en Andalucía de 4.250 millones de euros. «El impacto de este sector en España es de 20.525 millones de euros y que Andalucía realiza la mayor aportación nacional con un 20,7%», precisa para advertir que han solicitado al Ayuntamiento de Málaga que no haya una moratoria para este sector de forma temporal hasta conocer todos los datos de esta actividad. «Es preciso tener toda la información antes de proceder a una ordenación, en la que sí estaríamos en línea con el Consistorio una vez que se actualicen todos los datos», declara, tras recordar que el nuevo decreto establece herramientas para que los municipios puedan controlar y limitar una actividad en la que seis de cada diez euros que gastan los turistas se quedan en el destino, según la estadística que maneja esta asociación.
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