La turismofobia, sin adeptos en Andalucía: nueve de cada diez defienden el sector

Sin embargo, pese a este sentir global positivo hay que prestar atención a esa percepción dual que se advierte con elementos que agradan del turismo, como lo que supone económicamente para sus municipios, y otros que no y que se concentran en determinados segmentos de visitantes y en alguna forma de gestión del turismo muy localizada. El estudio recoge que «el mayor problema para el bienestar de los residentes no está en el turismo como actividad, sino en perfiles como las despedidas de soltero y el turismo de borrachera y la gestión de los apartamentos turísticos como tipo de alojamiento».

Bernal ha explicado el carácter pionero de este análisis ante «argumentos que muchas veces llegan distorsionados y que de esta manera se acude directamente a las fuentes, para escuchar de primera mano a los andaluces que viven en municipios turísticos y para saber qué piensan sobre esta actividad que el año pasado generó 26.000 millones de euros y atrajo a 34,2 millones de personas».

El consejero ha dado a conocer la mecánica de trabajo de un informe que ha combinado la realización de seis grupos para el análisis cualitativo con un total de 3.200 encuestas realizadas presencialmente en 32 municipios andaluces, para la parte cuantitativa. A ello se añade un análisis de la percepción en función de diversas variables, como la saturación turística del municipio de residencia, la vinculación laboral con el turismo, el género o la edad.

Tras ello ha puesto en valor datos como que el 91% de los encuestados considera que el turismo «genera riqueza y es un motor fundamental de nuestra economía», con un elevado consenso respecto a la opinión de que también mejora la economía local, por la incidencia positiva que tiene para el desarrollo de Andalucía y la generación de puestos de trabajo. Una valoración, ha asegurado, que es compartida por el 88% de los consultados. Bernal ha destacado la amplia mayoría de los residentes que coinciden en que el turismo ayuda a mejorar el prestigio e imagen de sus municipios y aumenta su calidad de vida, además de contribuir a la conservación y revalorización del patrimonio cultural, en el 81% de los consultados, y natural, en el 77%.

Durante la presentación de este estudio, el consejero ha ido recordando datos sobre la aportación de esta industria a la región, recalcando que «es una actividad que tiene alta incidencia en las localidades andaluzas, lo que genera algunos inconvenientes en los que trabajan para minimizar». En esta parte de aspectos negativos que constata el informe, el consejero ha destacado la preocupación de los residentes por el temor a que el desarrollo turístico eleve los precios. En este sentido, ha reconocido que es uno de los aspectos que inquieta al 42% de los consultados, al considerar que puede encarecer el coste de la vivienda. Como contrapartida, ha puesto de manifiesto «el amplio consenso existente en los efectos negativos que ha provocado la Ley estatal de Derecho a la Vivienda, que ha aumentado de forma considerable el número de viviendas vacías».

También, en las zonas saturadas los consultados advierten como elementos negativos la congestión de espacios públicos, la pérdida de identidad y cambios en las tradiciones, o el ruido, la basura que se genera y la pérdida de espacios naturales. Y alertan de la necesidad de equilibrar las infraestructuras.

Propuestas

Las conclusiones de este estudio también son claves para el diseño de la estrategia para gestionar el éxito imparable de este sector. Así, ocho de cada diez encuestados está de acuerdo con promover una mejor distribución de los turistas a lo largo del año; el 65% apoya la distribución de los visitantes en todos los barrios, y el 82% respalda la inversión en otros sectores. «Estas cifras coinciden con la línea de trabajo de desestacionalización del Gobierno andaluz y la creación de nuevos focos de atracción turística en toda la región que generen empleo, fijen la población al territorio en el ámbito rural y contribuya al desarrollo de Andalucía», ha afirmado el consejero.

Y ante la controvertida aplicación de la tasa turística, ha insistido en que sólo el 16% ve bien aplicar un impuesto a los turistas y el 31% está de acuerdo con limitar la oferta de apartamentos turísticos. Ante estas conclusiones, Bernal ha dejado claro que «ambos asuntos no son temas especialmente relevantes para la ciudadanía» y que el informe viene a confirmar que «el turismo es una industria buena para Andalucía, fundamental para su desarrollo económico y que reporta innumerables beneficios».

Como propuestas de los consultados hay plena coincidencia en que es el momento de gestionar el éxito para evitar una saturación y ante el convencimiento de que «no hay futuro económico sin turismo». Para ello, apuestan por aumentar la calidad y no la cantidad. Y ante este rechazo al turismo de borrachera o despedidas de soltero plantean los consultados en este estudio limitar las licencias nocturnas, establecer un registro de personas que dan problemas para evitar su entrada en España de nuevo, fijar políticas de oferta que limite este perfil de viajero, y perseguir conductas incívicas, así como limitar el acceso a espacios naturales.

Pero, además, proponen medidas de incentivos para los residentes como museos gratis o aparcamiento reservado para residentes, así como no cobrar la zona azul a los locales. Y hacen una reflexión de forma reiterada: «el turismo masivo está haciendo perder la esencia, las costumbres, la forma de vida. El turista viene buscando eso, no hay que adaptarse a su forma de vida y costumbres. Si perdemos nuestra esencia, los turistas perderán la razón que les impulsa a venir».