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No hay ningún otro sector económico que se ha visto tan afectado por la pandemia y por las restricciones para su contención como el turismo. Así también se ha visto reflejado en la intervención que ha tenido este viernes el presidente de TSS Group, Manuel ... Molina, que ha participado en el foro 'El Turismo y el Covid II', organizado por SUR. La persona al frente de uno de los grupos más importantes de agencias de viajes en Alemania ha recordado como el sector se ha visto expuesto en el último año a un continuo vaivén de restricciones y protocolos que han ido dictando los distintos gobiernos. Esta improvisación, ha asegurado, es veneno para el sector y habría causado graves prejuicios a las empresas turísticas. Después un año de pandemia, ha reclamado estrategias que permitan una planificación relativa y ha apelado a la unidad del sector para hacer valer su peso. «El turismo se merece un respeto, así no podemos trabajar», ha reclamado.
La incertidumbre, a estas alturas, ya no es ninguna novedad. Pero Molina ha introducido el concepto de la «irresponsabilidad» para calificar las políticas que se han implantado por parte de los gobiernos para frenar la pandemia. Unas políticas que estarían poniendo en grave riesgo la supervivencia de las empresas turísticas en toda Europa. «La economía no perdona», ha insistido en que el sector corre el riesgo de verse más pronto que tarde ante una grave crisis por falta de liquidez: «Todas las empresas turísticas estamos ahora mismo un poco chungas de dinero. El tema de la liquidez empieza a ser complicado». «Ahora hay que sobrevivir, pero necesitamos una estrategia ya, a largo plazo, de tres años», ha añadido.
Molina, que ha asegurado que el primer movimiento que realiza todas las mañanas consiste en encender el ordenador para ver el comportamiento de las reservas en sus clientes, ha advertido de un exceso de esperanza cara a los próximos meses.
«Solo está dispuesto a moverse el 33% de los alemanes», ha señalado y ha achacado las reticencias no a una falta de confianza en la Costa del Sol, sino a la falta de motivación que provocan los protocolos sanitarias y las exigencias de posibles pruebas y cuarentenas. Si las vacaciones son sinónimo de libertad, ésta queda varada por la pandemia.
Molina también ha templado las expectativas para la temporada alta. «Las reservas que están entrando se están situando muy para finales de verano», ha declarado.
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