El norte de Europa mira en invierno al interior de la provincia de Málaga

El cofundador de Ruralidays, Félix Zea, hace balance nada más terminar la época invernal y advierte de que las estadísticas reflejan un crecimiento continuado de las estancias largas, las de más de veinte noches, en los últimos cinco años. Además, revelan que se consolida la tendencia de visitantes extranjeros que buscan un refugio cálido y tranquilo para pasar los meses más fríos de sus respectivos países.

En este sentido, apunta que tras analizar los periodos de octubre a marzo, se observa que las estancias de más de 20 noches han crecido un 37% en los dos últimos años, y que las reservas confirmadas para este 2025 ya apuntan a un crecimiento adicional del 11% respecto a 2024, sólo con las fechas bloqueadas hasta ahora, que a buen seguro irán en aumento. «La tendencia indica que esta modalidad de turismo invernal está en auge y seguirá creciendo en los próximos años», precisa, para detallar que los principales países emisores son los alemanes, unos visitantes que destacan por permanecer más tiempo en sus vacaciones con reservas que alcanzan las 41 noches de media; seguidos de los holandeses e ingleses, con 32 noches, y de los franceses, con 25.

Al analizar la duración de la estancia media en estos periodos, el mercado sigue la misma línea, con un aumento del número de noches reservadas en estancias largas de un 40% en la temporada de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior. «La permanencia para este tipo de reservas ya alcanza las 30 noches», avanza.

El coste es, junto a las temperaturas suaves, otro de los alicientes para quienes eligen invernar en el interior de la provincia. El precio medio de la larga estancia asciende a unos 2.200 euros. «Es habitual que dos parejas o grupos de familiares y amigos, con o sin hijos, compartan un alojamiento con un mínimo de dos o tres dormitorios. Pasar el invierno en los pueblos del interior es una opción muy económica para los turistas europeos», confirma Félix Zea.

Así, señala que el viajero que elige el interior de Málaga en los meses de invierno busca escapar del frío, disfrutar de un entorno rural con buenas comunicaciones y aprovechar la tranquilidad y los precios de la temporada baja, a lo que el cofundador de Ruralidays añade el tirón de los nómadas digitales.