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En 1967, el ahora presidente y fundador de la cadena hotelera malagueña MS, Miguel Sánchez, se alzó como Campeón de España y tercero del mundo de Coctelería con un combinado llamado Promesa, un nombre que es el origen del primer restaurante abierto al público en ... el hotel MS Maestranza, ubicado frente al Muelle Uno, y que, además, se convierte en la marca gastronómica del grupo tras avanzar Sánchez que replicará en dos de los hoteles de cuatro estrellas que tiene en Torremolinos esta experiencia culinaria: en el MS Tropicana y en el MS Amaragua. «Promesa es un símbolo de excelencia como así lo acreditan los premios logrados», ha afirmado.
Un anuncio que ha realizado precisamente en la inauguración oficial del primer restaurante Promesa, a la que ha asistido más de medio centenar de invitados y que ha contado con la presencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la delegada de Turismo de la Junta de Andalucía, Gemma del Corral; la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid; la teniente de Alcalde, delegada de Servicios Operativos, Régimen Interior, Playas y Fiestas, Teresa Porras; el concejal de Turismo de Málaga, Jacobo Florido; o los responsables de la Confederación de Empresarios de Andalucía y de Málaga y de la Cámara de Comercio, Javier González de Lara y Sergio Cuberos, respectivamente, entre otros protagonistas de la vida social, económica y del turismo de la Costa del Sol.
Sánchez ha dejado claro que la estrategia del grupo pasa por singularizar a los establecimientos de la cadena tirando de la fortaleza que supone para el grupo la apuesta por la gastronomía con un sello propio que combina la experiencia culinaria, con un ambiente con una decoración inspirada en el célebre pintor Pablo Picasso y un servicio de excelencia. A la que añade en esta recién estrenada marca Promesa la vocación de convertirse en referentes gastronómicos con los productos de cercanía como protagonistas y base de una original carta en la que se rinde homenaje a la cultura gastronómica malagueña, sin renunciar a las últimas tendencias en cocina y coctelería, contando también con un equipo de bartenders.
El siguiente restaurante Promesa será el del hotel Tropicana, que espera abrir sus puertas al público el próximo mes de marzo, al que seguirá otro en un amplio local que hay debajo de la terraza de la Amaragua y junto a la emblemática plaza del Remo de Torremolinos, según ha detallado Sánchez.
Estreno de Promesa
En la inauguración del restaurante Promesa del MS Maestranza, que dirige Francisco Moro, el presidente y fundador de esta cadena hotelera ha avanzado también nuevos proyectos para este cuatro estrellas de 107 habitaciones ubicado en La Malagueta. Tras estrenar el restaurante, ha apuntado que el siguiente paso es ampliar la recepción del establecimiento una vez que se han hecho con el local adyacente y crear unas salas para reuniones o comidas de empresas y negocio. Sánchez ha destacado en su intervención las figuras del chef Julio Zambrana y del jefe de sala de esta nueva oferta culinaria como artífices de esta nueva propuesta gastronómica del grupo.
En este sentido, el alcalde de Málaga ha exaltado el esfuerzo realizado por la cadena MS que «se adelantó a la evolución y posicionamiento del destino convirtiendo unos antiguos apartamentos en un hotel que es sinónimo de calidad y buen servicio y al que ahora suma una oferta de restauración de excelencia. Este es el camino que garantiza el éxito de estos negocios y del destino», ha afirmado, para alabar la trayectoria de este empresario salmantino en el turismo malagueño y de la Costa del Sol y posponiendo degustar el famoso cóctel Promesa a «otra tarde con menos trabajo», ha detallado.
El restaurante Promesa del MS Maestranza incluye desde desayunos hasta las cenas y se posiciona también como lugar donde degustar una selección de originales cócteles en un local con una sorprendente decoración con elementos claves como la luz, los colores, el ambiente mediterráneo y los toques picassianos, sobre todo, en un gran mural que concentra todas las miradas, y que aporta un aire muy acogedor a esta esquina de calle Maestranza y Cánovas del Castillo. Una amplia zona de barra, las alternativas de mesas altas junto a otras tradicionales, así como de una terraza, permiten al restaurante tener una capacidad para unos setenta comensales. Francisco Moro ha reconocido que el cliente se sorprende con esta innovadora experiencia, que se completa con una bodega con referencias malagueñas de las principales denominaciones nacionales e internacionales.
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